La Capital de Argentina es todo un examen de paciencia y autocontrol. Entre cortes de calle, tráfico y peatones, manejar un auto en esta urbe no es para cualquiera, y ese cóctel de cosas genera una ciudad muy ruidosa. No es novedad que las grandes avenidas porteñas son extremadamente ruidosas, pero ahora los números sirven para confirmar esto. Según Citiquiet, Buenos Aires ocupa el octavo lugar en el ránking de ciudades más ruidosas del mundo, con el dudoso honor de ser la única de Sudamérica.
India es el país con más representantes. Bombay, Calcuta y Nueva Dehli ocupan el primer, segundo y cuarto puesto, respectivamente. El Cairo rankea tercero, mientras que Tokio, Madrid y Nueva York aparecen del quinto al séptimo puesto. Después de la Reina del Plata, cierran el top 10 Shanghái y Karachi.
Dentro de nuestra ciudad, el punto más ruidoso es la intersección de Corrientes y 9 de Julio, en donde los decibeles llegan a 76,18, arriba de los 70dB permitidos por la ley para zonas transitadas. Otros puntos de gran concentración sonora son Callao y Rivadavia, y Cabildo y Juramento. Incluso, la esquina del Congreso Nacional es la más ruidosa de noche, con 69,67dB, casi 10dB más que lo requerido legalmente para horarios nocturnos.
Uno de los grandes causales de esta contaminación sonora es el transporte público. El subte con 80dB y los colectivos con 85dB caen en la categoría de "ruidos muy molestos", por encima de los 70dB recomendados para el oído humano. Para darnos una idea de la magnitud, se produce más ruido en las zonas de alta fluctuación de tráfico que en los entornos de Aeroparque, aún cuando los motores de avión son muchísimo más fuertes y ruidosos que los de los vehículos terrestres.
Según los expertos, las soluciones irían de la mano de una "reforestación" de la ciudad, con medio millón de árboles nuevos. También es crucial la realización de análisis comuna a comuna para poder saber dónde es necesario trabajar más fuerte en pos de amortiguar los efectos de los sonidos fuertes.