Luego de un allanamiento por parte del gobierno de Venezuela a la planta de General Motors en la ciudad de Valencia, la división local de la empresa estadounidense, líder en el mercado desde hace ya 35 años, tomó la decisión de suspender sus operaciones en ese país.
De acuerdo con GM, la incautación de sus activos en el país por las autoridades públicas, será una situación que complicará mucho el trabajo que la marca lleva a cabo en Venezuela. La marca ya ha anunciado que tomará acciones legales, tanto en la justicia interna como en otros tribunales externos.
Cabe mencionar que General Motors, establecida desde 1948 en el país de Simón Bolívar, detuvo la producción de automóviles hace dos años ante la contracción del mercado local y únicamente está dedicada a la venta de piezas de repuesto desde entonces. En los próximos meses se verá si GM puede continuar su trabajo en Venezuela en medio de una crisis política y económica que aún no se resuelve.