Si bien es sabido que el uso del cinturón de seguridad es de vital importancia en caso de accidentes, tanto en la parte posterior como la delantera del coche, no son pocos los que sentados en las filas traseras no se lo colocan.
Según el Insurance Institute for Highway Safety (IIHS), 4 de cada 5 pasajeros admite que en recorridos cortos o en taxis no se colocan el cinturón. La investigación revela que muchos pasajeros creen que los cinturones no son necesarios porque viajar en el asiento trasero es más seguro que hacerlo en la parte delantera. Por supuesto, esto es falso, los cinturones son trascendentales, sin importar en que zona del vehículo nos encontremos.
Si bien, el asiento trasero era el lugar más seguro para sentarse, eso fue en las décadas anteriores a 1970. Ahora, los altos niveles de los sistemas de retención de los cinturones de seguridad, airbags y diseños de vehículos a prueba de accidentes han acortado la brecha entre la seguridad de los asientos delanteros y traseros.
Según el IIHS, además, los encuestados manifestaron que otra de las razones para no abrocharse el cinturón es la falta de hábito. Igualmente, comentaron que las correas incómodas o mal ajustadas también son un factor. Por su parte, el estudio encontró que son varias las personas no usan el cinturón en la parte posterior de los vehículos porque no hay ninguna ley que lo requiera.
Una muestra clara de la importancia del cinturón de seguridad es que en 2015, este componente salvó la vida de 13.941 personas en Estados Unidos. Sin embargo, si todos los conductores y pasajeros lo hicieran se podrían haber evitado 2.800 muertes más. Está comprobado que los conductores y pasajeros delanteros que utilizan el cinturón reducen su riesgo de lesión fatal en un 60% por ciento en una SUV y un 45% en un auto.