Uno de los grandes objetivos de la tecnología es también el más simple: se trata de facilitar las cosas, de hacerlas más sencillas. Más allá de mantener el carril o de mostrar con cámaras una visión 360º, a veces la tecnología puede ayudarnos con cosas mucho más simples pero no por eso menores.
En este espíritu, Nissan desarrolló un sistema presente en asientos y volantes capaz de detectar la transpiración de quien maneje. Sí, parece raro, pero en realidad, la humedad en la espalda y las manos es un indicador preciso de deshidratación, cosa que puede resultar en problemas para la seguridad del conductor.
Por desagradable que parezca, Nissan respalda el desarrollo de estos sensores en una serie de estudios que demuestra que conducir deshidratado puede resultar igual de peligroso que manejar en estado de ebriedad. Sin suficiente agua en el cuerpo, nuestra capacidad de respuesta y los reflejos disminuyen notablemente, produciendo fatiga y desconcentración.
Nissan ha aclarado que este es un proyecto piloto aunque los sensores funcionan a la perfección. Esto se debe a que existen una serie de factores que podrían activar los sensores de sudoración sin necesariamente reflejar un síntoma de deshidratación, factor que podría volver un poco molesta esta asistencia con las alertas que emita.