Las negativas de la Argentina, Chile y Bolivia obligaron a los responsables del Dakar a delinear una 41ª edición de “emergencia” y con solo un país como anfitrión: Perú. Así lo anunciaron en el día de hoy, en el que dieron a conocer otros detalles de la prueba que se realizará sobre diez etapas entre el 6 y el 17 de enero.
“La edición de 2019, diseñada en torno a los desiertos peruanos, se anuncia como una de las más arenosas de la historia del Dakar. Sin embargo, la amplia visita del país ofrecerá desafíos más allá de las dunas, con una gran variedad de terrenos, para que puedan lucirse todo tipo de pilotos”, afirmaron.
Sin dudas, será una edición muy distinta a lo habitual por realizarse solo en un país y por la dureza que presenta el desierto incaico. Es por eso que también se anunció un cambio de relevancia en el aspecto deportivo: Aquellos pilotos de autos, UTV y camiones que abandonen durante la primera semana podrán reengancharse en la segunda luego del día de descanso, aunque tendrán una clasificación diferenciada.
Desde el Gobierno argentino no se dieron explicaciones
A pesar del anhelo de los gobiernos provinciales, que se ven habitualmente favorecidos por el impacto económico de la prueba, desde el Gobierno argentino no se dieron explicaciones sobre esta decisión de darle la espalda al Dakar, pero circula el rumor de que hay una obsesión con traer la Fórmula 1 y se prefiere invertir en esa competencia.
Sobre el terreno, Etienne Lavigne, director de la competencia, afirmó que “los pilotos se enfrentarán a montañas de arena, en un recorrido que irá aumentando progresivamente su dificultad”. El suelo arenoso, clave en esta competencia, generará “una importancia mayor a la conducción y a la navegación entre las dunas, siendo un calvario para algunos pero un sutil placer para una mayoría encantada con el exigente reto”, tal como sucedió en los primeros días del último Dakar.
Perú ofrece lugares fantásticos
En materia de pilotos, Stéphane Peterhansel se mostró conforme con la disputa de la exigencia en suelo peruano: “Perú ofrece lugares fantásticos para el rally raid. Me hace acordar al desierto de Mauritania, que atravesábamos cuando el Dakar se disputaba en África”, comentó el máximo ganador de la competencia, de último paso por la categoría Autos.
En un sentido similar, Giniel De Villiers, uno de sus rivales de los últimos años, se mostró “encantado de que haya más recorrido fuera de los caminos”, antes de agregar que se mostró muy a gusto en el último paso por el país del pacífico.
“Tengo muchas ganas de volver a Perú, que tiene esas dunas que se pierden en el horizonte. El Dakar necesitaba regresar a lugares así”, señaló el motociclista Michael Metge. Joan Pedrero, también integrante de la Odisea en la categoría Motos, aseguró que en la pasada edición los días transcurridos en aquel país “fueron una locura. Había que prestar mucha atención a la navegación y ser muy preciso”.
esperemos que vuelva en el 2020
Varios argentinos también dieron su parecer sobre la confirmación. Kevin Benavides, subcampeón en la última edición entre las motos, destacó que “serán diez etapas duras con mucha arena”. Sobre la ausencia de Argentina, expresó: “Una lástima que no esté en la edición después de diez años ininterrumpidos, esperemos que vuelva en el 2020”.
Jeremías González Ferioli, referente en la categoría Cuatriciclos, destacó que “va a ser un Dakar duro, exigente y con mucha navegación”. Además, se mostró contento porque “el Dakar sigue en Sudamérica”, aunque ello no quitó que “ya estemos trabajando para que en el 2020 la Argentina vuelva”.
“Es una pena que no esté Argentina”, manifestó Daniel Mazzucco, que sobre el recorrido para 2019 comentó: “Es interesante. Va a demandar realizar estrategias distintas a las que se venían haciendo, ya que en su mayoría va a tener arena”.
Ya sin el gran misterio, y a la espera que se den a conocer el detalle de las etapas, también se anunció que las inscripciones comenzarán a partir del próximo 21 de mayo.
Fuente: CORSA