Durante nuestro especial de lo Mejor de 2017 ya lo conocimos. Lamentablemente no pudimos tomarnos el tiempo que requería, pero esa primera impresión ya nos dejó un deseo obsesivo de volver a manejar esa hermosa coupé azul.
Hablamos claro del Audi RS5, que finalmente, volvió a nosotros. Ahora sí... ¡Teníamos una nueva la oportunidad de conocer las verdaderas capacidades de este deportivo y no la íbamos a desperdiciar!
Adentro
Este hermoso coupé encuentra en la perfección su mayor virtud y defecto al mismo tiempo.
No es necesario hablar de la calidad del habitáculo, de eso ya hablamos en el pasado. Basta decir que es un auténtico gran turismo, lleno de amenidades, confort y tecnología, sin mencionar la calidad de materiales de gran nivel. No nos olvidemos que su precio no es bajo, claro.
Sí vamos a detenernos en los magníficos asientos forrados en cuero con costuras grises y con el logo RS. También tenemos un hermoso volante deportivo envuelto en el mismo material.
Los pedales son de aluminio y la pantalla en el centro de la consola tiene una interfaz desde donde se pueden elegir los cuatro modos de manejo del auto. Rápidos y sin titubeos, iniciamos con el modo Dynamic, el más deportivo de todos.
A fondo
Pisamos a fondo el acelerador, y el V6 TFSI de 2.9 L se despertó inmediatamente. La aceleración es tan efectiva que todo a nuestro alrededor, pasa muy, muy rápido. La prueba la hicimos en la Ciudad de México, con lo que eso significa por la altitud. Así y todo, el RS5 hizo el 0-100 en 3,9s.
El accionar de la caja Tiptronic de ocho cambios, sin recurrir a trucos como el del doble embrague, es altamente efectivo. En una distancia no mayor a 200 metros, el RS5 fue capaz de realizar tres cambios de manera continua. En el cuadro, sólo veíamos como el tacómetro llegaba a fondo una y otra vez a las 6.500 rpm. Queda claro que, aunque en papel sea una “transmisión convencional”, cumple con creces su tarea.
Los frenos de disco ventilados de 375 mm adelante y 330 mm atrás, junto con unos neumáticos 275/30 R20 97Y XL soportaron bastante bien una dosis de castigo. Después de todo, estos elementos no la tienen nada fácil, ya que tienen que aguantar los 450 CV y 601 Nm que son enviados a través del sistema de tracción integral quattro, con un reparto 40/60 entre el eje de delantero y trasero, respectivamente.
Tan perfecto que asusta
Sin duda, la mayor virtud del Audi RS5 es que prácticamente todo lo hace excelente. Acelera, frena y gira de maravilla, aunque esa perfección podría considerarse también su mayor defecto ¿Por qué? Porque a la experiencia de manejo le hace falta ese plus que te haga sentir que vas sobre un deportivo y no sobre un misil teledirigido sobre ruedas.
Con tanta y tan efectiva electrónica, el conductor realmente poco tiene que hacer. Esto se puede explicar a la perfección con detalles tan insignificantes como el sonido del escape que no transmite esa emoción auditiva que te pone la piel de gallina y te hace sentir escalofríos en la espalda.
Tampoco olvidemos que, más que un superdeportivo, es un GT de alto vuelo que tiene la doble característica de ser perfecto en pista y calle, empleando el modo “Confort”. Con eso pasa a ser un auto tranquilo y fácil de llevar, bueno para ir por la ciudad.
Así que este modelo cumple todas las expectativas. Recordá que la primera prueba de este modelo la podés encontrar acá. Y si eso no te basta, también probamos este modelo junto al Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio, el BMW M4 y el Mercedes-AMG C63 S... nada mal, ¿no?