Ford y la Universidad de Vanderbilt trabajan en conjunto para demostrar que los llamados embotellamientos fantasmas podrían reducirse con el uso del Control de Crucero Adaptativo (CCA), lo cual daría un nuevo impulso a esta tecnología, disponible en más y más modelos.
Esta conclusión llega luegeo de un estudio realizado en un circuito de pruebas de Ford, donde 36 conductores simularon el tránsito normal urbano, utilizando un control de crucero adaptativo, tecnología que disminuye la velocidad y acelera automáticamente para mantenerse al ritmo del auto que está adelante.
Más tarde, los conductores hicieron el mismo camino sin la tecnología, frenando y acelerando manualmente. Los resultados arrojaron que los vehículos que utilizan un Control de Crucero Adaptativo redujeron el impacto de un evento de frenado más suave que aquellos vehículos sin la tecnología activada. Incluso cuando solo uno de cada tres vehículos usaba CCA, la prueba mostró beneficios en la reducción del tránsito.
Con ello quedó demostrado que (además de los accidentes), los factores humanos, las calles sin señalización, el manejo distraído, los malos hábitos de manejo, los tiempos de reacción, y el frenado innecesario son las principales causas de los embotellamientos. Una vez que un conductor acciona los frenos, puede ocurrir una reacción en cadena cuando otros conductores presionan los frenos, lo que hace detiene el flujo.
Debido a que, el estudio se realizó en un laboratorio que simulaba las típicas rutas estadounidenses (con varios carriles, bien pavimentadas y señalizadas), sería interesante trasladar este concepto a América Latina, donde es común encontrarse con caminos accidentados, con baches y miles de obstáculos cotidianos.