Tanto el Lamborghini Islero como el Espada nacieron en 1968, y para celebrar sus 50 años de vida, la división de vehículos clásicos de la marca, Polo Storico, agarró un par de unidades de su museo y las restauró para dejarlas en condiciones de salir a la calle.
¿La razón? Ser las estrellas del tour organizado por Lamborghini que recorrerá Italia, para así conmemorar el medio siglo de vida de sus dos icónicos modelos de cuatro plazas.
El tour recorrerá entre el 7 y 11 de septiembre próximo algunas ciudades de Umbria, Toscana y los Apeninos, finalizando en la sede de Lamborghini en Sant’Agata Bolognese, en donde la marca espera congregar a la mayor cantidad de unidades de ambos modelos.
El Islero y el Espada tienen varias cosas en común. Además del año de nacimiento, ambos fueron aproximaciones totalmente diferentes de cómo Lamborghini entendía a los GT de cuatro plazas y motor delantero. Obviamente, llevaban el famoso motor V12 de 4.0 L, que en sus versiones más altas erogaba 350 CV de potencia.
En diseño, eso sí, son totalmente distintos. El Islero fue una evolución del Lamborghini 400 GT, una especie de GT 2+2 diseñado por Mario Marazzi, que al final terminó siendo bastante exclusivo, porque se produjeron sólo 225 unidades (155 del Islero con 320 caballos y 70 del Islero S con 350).
El Espada, en cambio, fue el primer cuatro plazas real de producción de la marca, y a la fecha mantiene un interesante registro de 1.226 unidades producidas en tres series a lo largo de diez años.
Fue diseñado por Marcello Gandini, de Carrozzería Bertone, siguiendo el estilo del conceptual Marzel, con una carrocería muy pegada al piso. Con el paso del tiempo, fue el primer modelo de la marca en ofrecerse con transmisión automática.