Es increíble como las SUVs han evolucionado en todos los aspectos. Lejos de ver una ola de nuevos modelos, la ardua competencia, el desarrollo de motores y transmisiones más eficientes, y el uso de materiales más ligeros para su edificación han hecho que los utilitarios no tengan nada que envidiarle a los sedanes. Esto se muestra en el manejo y eficiencia, sin importar que los utilitarios sean, en muchos de los casos, más grandes y pesados.
Un claro ejemplo de esto es la Audi Q7, que sorprende por sus capacidades dinámicas, especialmente en la manera en como acelera y se desenvuelve con suma agilidad en las curvas. Es como esos jugadores de básquet, que a pesar de ser enormes y pesados tienen una agilidad y velocidad sorprendente para moverse en la cancha.
Un manejo que sorprende
La Q7 tiene todo lo necesario para ofrecer un manejo al nivel de un sedán grande o mediano. Esto va más allá de despegar y moverse de manera desenvuelta, sino también abarca la posición de manejo que se destaca por la gran comodidad y visibilidad al volante.
Otro elemento que hace que el manejo sea totalmente magnifico, independientemente del trabajo de la dirección, suspensión y transmisión , es la insonorización de la cabina. Al estar perfectamente sellado, el habitáculo hace que la conducción sea admirable, sobre todo también si tenemos en cuenta que el chasis tiene un alto grado de rigidez.
Ampliando el panorama hacia las demás SUVs grandes, la Q7 queda por arriba de todos sus competidores en cuestión de desempeño, exceptuando tal vez a la Porsche Cayenne, que está a un escalón arriba por el nivel de ciertos menesteres que hacen el manejo sea más ágil todavía.
Fuerza de sobra
El manejo tiene como origen el V6 turbo y una transmisión automática de ocho relaciones. Al momento de llegar a su punto más álgido este bloque de 3.0 L entrega una potencia de 333 CV a 6.500 rpm y un torque de 441 lNm, disponible desde las 2.900 rpm.
Tiene la capacidad de ir de 0 a 100 km/h en poco más de 6s, y sin embargo, el consumo promedio queda en 10 L/100km. Tal vez estas cifras no sean tan escandalosas, pero hay que tener en cuenta que se trata de un vehículo de 2.100 kg de peso.
Un interior bien Audi
Como buen Audi, ofrece un interior elegante, refinado y lleno de tecnología. Igualmente, es sumamente cómodo, a excepción de la tercera fila de asientos que queda reservada para niños. Si bien existen competidores que destellan un tablero más sofisticado, el de esta SUV está cuidadosamente diseñado para ser atractivo a la vista y a los mandos del conductor.
Indudablemente, el punto medular del equipamiento interior es el cuadro de instrumentos totalmente digital y que sube la vara de lujo de esta camioneta. A este elemento, que permite una conducción más cómoda y segura, hay que sumarla almohadilla de reconocimiento de escritura a mano MMI All-in-touch, el Apple CarPlay, el Android Auto y el sistema de cámara de visión superior.
Poniéndonos estrictos, hay algunas cosas que bajan algún que otro punto. Uno de ellos es el diseño que para muchos resulta más de lo mismo. Tambiñen, como lo mencionamos anteriormente, la SUV es realmente grande por fuera pero no tan grande por dentro. En particular, la tercera fila de asientos y su área de carga.
Una de los mejores
Más allá de estos puntos en contra, la Audi Q7 es una de las dos mejores SUVs de lujo. Si lo que importa es la conducción y no tanto el diseño, este modelo es una de las mejores opciones del momento.