Antes de entrar en materia, vale la pena recordar que Audi no inició esta moda actual de las "coupés de cuatro puertas", el crédito es para Mercedes-Benz y su CLS allá por el 2004.
Aquel sexy sedán con formas de coupé trajo consigo una revolución que terminaría impactando prácticamente de manera definitiva a buena parte de los sedanes del mercado, que han tenido que recurrir a ese tipo de silueta para mantener cierto grado de vigencia y preferencia de los consumidores ante la inmisericorde embestida de las SUV, que han puesto contra la pared prácticamente a cualquier otro tipo de carrocería.
Sin embargo, el CLS de segunda generación perdió todo el encanto de la primera iteración, dejando sin lugar a dudas el protagonismo en el segmento premium al Sportback más grande de Audi, que dicho sea de paso, entrega un balance perfecto entre diseño y practicidad, me refiero por supuesto al atractivo A7, cuya segunda generación pudimos manejar de manera exclusiva en México.
El nuevo Audi A7 es una evolución natural del modelo, no se trata de un planteamiento disruptivo con respecto de su predecesor, sino de un paso lógico. Es decir, mantiene la esencia de la primera generación, adoptando el lenguaje de diseño actual de la marca, que consiste en trazos más angulosos y fuertes, nuevos grupos ópticos con pequeñas franjas de LED tanto adelante, como atrás, que se ven magníficas, particularmente de noche.
Mecánica de última horneada
La mecánica es V6 de 3.0 litros turbo y entrega 340 CV, así como 500 Nm de torque a las cuatro ruedas mediante una transmisión S-Tronic de doble embrague y siete cambios. Si te pensás que un seis cilindros es insuficiente para mover una masa de casi dos toneladas (1.890 kg para ser exactos), dejame decirte que te equivocás.
Audi anuncia una aceleración de 0 a 100 km/h en 5.3 segundos, así como una velocidad punta de 250 km/h, que obviamente está limitada electrónicamente. Adicionalmente (aunque es equipamiento opcional) el nuevo A7 ofrece el sistema de eje trasero direccional, que mejora el radio de giro en maniobras a baja velocidad, mientras que incrementa la estabilidad en altas velocidades. Con lo cual queda más que claro, que es de esas cosas que, si has decidido comprarlo, deberías equipar.
Para mejorar la eficiencia, este sedán–coupé de lujo incorpora un sistema micro híbrido (mild hybrid) que ayuda a disminuir la carga sobre el motor bajo algunas circunstancias de operación. Por ejemplo, el sistema Start & Stop tiene un rango de funcionamiento más amplio, ahora es capaz de apagar el motor cuando se rueda por debajo de los 22 km/h y mantenerlo así por hasta 22 segundos. Todos los sistemas del A7 están interconectados entre sí, por ejemplo los radares y cámaras ayudan a este sistema a detectar movimiento para encender el motor de forma anticipada y así evitar esa molesta demora de reacción que tradicionalmente tiene esta tecnología.
Cabina silenciosa, práctica y muy moderna
Puertas adentro, el A7 ofrece una cabina lujosa y a la vez muy moderna, sobra decir que tanto calidad de materiales, como de ensamble son soberbios. Destaca el ya tradicional tablero de instrumentos digital con pantalla de 12.3”, algo cada vez más común en la industria, pero que vale la pena recordar, Audi fue la primera en ofrecerlo y si me preguntás, me sigue pareciendo el mejor de todos. Particularmente cuando se despliega el sistema de navegación conectado a Google Earth.
En la parte central del tablero y más abajo en la consola hay otro par de pantallas táctiles, que sustituyen al mando circular MMI al que estábamos habituados. El display de arriba es de 10.1 pulgadas y está destinado a controlar funciones de navegación, comunicación y entretenimiento, mientras que el de abajo (que cuenta además con feedback háptico) es de 8.9 pulgadas, y controla las funciones del climatizador automático de dos zonas, que por cierto, he de confesar que luego de utilizarlo por varios días me hizo extrañar un sistema de perillas para el control de la temperatura. La pantalla es muy teatral, pero poco práctica ya en el uso cotidiano, es facil pasarte de la cifra que querías elegir y hay que corregir.
Adicionalmente, el equipo de audio firmado por Bang & Olufsen es simplemente glorioso, hay compatibilidad tanto con Apple Carplay, como con Android Auto, así como Head Up Display, cámara de 360°, techo panorámico, climatizador automático de dos zonas y un largo etc. Eso sí, preparate, porque muchos elementos son opcionales y con estas cosas el precio puede subir mucho y muy fácil.
Pese a sus atractivas formas, el A7 puede llevar a cinco ocupantes con total comodidad y si te preguntás sobre el sacrificio de espacio para la cabeza, me alegra informarte que casi no lo hay, es apenas unos milímetros menos con respecto del Audi A6, por otro lado, el baúl es enorme.
Un manejo quizá demasiado perfecto
En ruta pude corroborar lo increíblemente bien aislada que está la cabina, así como la gran habilidad que tiene para ir muy rápido. Se planta tan bien, es tan predecible y fácil de llevar que con frecuencia puedes caer en el error de juzgar mal la velocidad a la que circulas, o, dicho de otra forma, siempre vas más rápido de lo que crees. Es un extraordinario grand tourer, aunque también debo decir que tanta perfección le resta un poco de diversión al manejo, le falta algo de drama. Quizá suene raro, pero es demasiado perfecto y ello pudiera ocasionar algo de desilusión para el entusiasta, aunque también cabe aclarar que el objetivo es ser un auto de gran lujo, cómodo y capaz, pero no un deportivo, para eso están las variantes RS.
Por otro lado, al utilizarlo en ciudad, con la rutina del día a día, el A7 muestra otra cara, se pavonea en el tránsito con esa gran presencia que tiene, se mueve con una elegancia que ninguna SUV con esas proporciones robustas que tienen podría jamás ofrecer, al tiempo que permite disfrutar a plenitud de los trayectos, nuevamente gracias a ese impresionante aislamiento acústico y el sistema de audio que se parece a una sala de conciertos de altos vuelos. Cabe señalar que la transmisión S-Tronic en maniobras de muy baja velocidad no es tan refinada como esperarías, en ocasiones parece que no sabe bien qué marcha elegir, aunque tampoco es grave y gracias a la excelente respuesta del V6 bajo casi cualquier régimen, el inconveniente dura apenas un instante.
Conclusión
El nuevo Audi A7 es un auto que roza la perfección, es atractivo, ágil, rápido y cómodo. Otorga una experiencia sofisticada, un gran manejo y tiene una presencia espectacular.
No hay muchos competidores frontales para el A7, por supuesto está el Mercedes-Benz CLS que, aunque en su actual generación mejoró mucho con respecto de la segunda entrega, estéticamente no está tan bien logrado como el exponente de la marca de los cuatro aros. Por otra parte, todavía falta que llegue el nuevo BMW Serie 8 Gran Coupe, que aunque promete mucho, habrá que esperar a conocerlo en persona para emitir un juicio.
Como lo he dicho hasta el cansancio, es el vehículo que mejor representa lo que un Audi de gama alta debe ser, no por nada fue nombrado World Luxury Car of The Year 2019.