Ford tiene una versión deportiva off-road de sus camionetas que denomina Raptor. Hasta hace poco lo aplicaba a la F-150, pero desde hace unos años se extendió a la Ranger. Obviamente, al ser una pick-up mediana y uno una full size como su hermana mayor, las prestaciones no son las mismas, pero no por ello dejan de ser más que interesantes, especialmente en andar rápido y todo terreno.
Motor y chasis
Empezamos por la potencia, en lugar del 3.2L Ford recurrió a un 2.0L 4 cilindros bi turbo diésel, desarrollado en Reino Unido al que exprimió hasta sacarle 213 CV a 3750 rpm y 500 Nm a 2000 rpm. La sociedad se completa con una caja automática de 10 cambios y reductora (relación de 2.73:1). Hubiera sido más interesante un motor más grande y con unos CV más, sin embargo, la deportividad no es solo aceleración y por eso Ford también trabajó fuerte en el chasis.
Entre las novedades están el chasis reforzado fabricado con acero de alta resistencia, las suspensiones reforzadas (delanteras con triángulos de aleación) con amortiguadores FOX de competición de 2.5” regulables, eje trasero con espirales y brazos de guía, cubiertas All Terrain 285/70 R17 (el auxilio es homogéneo) y bloqueo al 100% del diferencial trasero. La carrocería es 150 mm más ancha que las Ranger a secas, el despeje es de 283 mm (+50mm) y los ángulos son de 32.5˚ para ataque, 24.0˚ en salida y 24.0˚ ventral.
La carrocería también está ensanchada y completa el denominado “Terrain Management System” con diferencial central LSD Electrónico (eLSD) y 6 modos de conducción: Normal, Sport (rutero), Weather (superficies resbaladizas y desiguales) Mud/Sand (arena y barro fresco) Rock Crawl (terrenos rocosos de baja velocidad), Baja. Adelante tenés un chapón protector en acero y la caja incluye cobertura de alto impacto.
Equipamiento y seguridad
Entre los elementos destacados vas a tener equipo multimedia SYNC 3 con pantalla táctil de 8”, con GPS propio y compatibilidad con GPS propio Android Auto y Apple Car Play ; asientos delanteros en cuero calefaccionados y con regulación eléctrica en 8 posiciones, sensores de estacionamiento traseros, y cámara de estacionamiento trasera.
En seguridad ofrece 6 airbags, Isofix, sistema de mantenimiento de carril, monitoreo de presión de neumáticos, cuatro frenos de disco, ESP con controles de carga, remolque y antivuelco, además de asistentes de partida en pendiente y de descenso.
Manejo off-road: tremendo saltamontes
Estamos ante el primer vehículo en Argentina de Ford Performance, una familia de modelos de altas prestaciones que próximamente será acompañado por la colosal F-150 Raptor. Hasta la llegada de la hermana mayor, la marca afirma que se trata de la mejor pick-up para manejo off-road que se ofrece en Argentina. Ya te conté lo que tiene para aportar desde el lado técnico, ahora, vamos a ver como lo aplica en el mundo real.
Lo primero que nos llama la atención en la cabina son los asientos deportivos, tablero revestido en cuero, volante con marca de centro roja y grandes levas de cambio en magnesio, además de un cuadro de instrumentos clásico con dos indicadores de agujas y pantalla al centro.
Entramos a la pista de la Fortaleza de Oreste Berta detrás del volante, con un instructor que nos marca el camino que incluye algo de asfalto y mucha tierra. La tracción está puesta solo a las ruedas traseras para que podamos jugar en los curvones y lo primero que nos dicen es “pisala”. Alegría eterna, pasamos un salto, no llego a volar, pero sueño con hacerlo en una segunda pasada. Primer curvón, se va un poco de trompa, enseguida el acelerador mueve el tren trasero y el control de estabilidad/tracción llama todo al orden (pido desconectarlo y con una sonrisa me responden que no).
Salimos a una parte lenta, hay una trepada corta pero híper empinada y con suelo pedregoso, la tomo lento, trepa como cabra montañesa… y seguimos en 4x2. Lo que más me llama la atención es que desde el puesto de manejo casi no me doy cuenta que el piso está destrozado. Creo que hoy es lo que me llevo hoy, la capacidad de alisar caminos que parecen un electrocardiograma.
¿No hay segunda vuelta? ¿Y el salto? “No te preocupes”, me responden, “hay una sorpresa”. Volvemos a boxes y están esperando dos Ranger Raptor con el Coyote Villagra y el Chino Kin. “A fondo es mi pedido” se lo toma en serio y cuando llega el salto no lo toma por donde me hicieron pasar a mí, va un lado más empinado. Volar cuela cualquiera, el tema es el aterrizaje y acá es increíblemente suave, segunda cosa que aprendemos de la Ranger Raptor, no en vano tiene un 32% más de recorrido de suspensiones que la Ranger a secas.
¿Cómo será el día a día con este pequeño monstruo? ¿Serán muy ruidosas esas cubiertas off-road en ruta? Hoy no puedo responderte eso, pero seguramente en breve pueda hacer una prueba completa y contártelo. Oremos por ese momento.
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