En Ducati aman su motor de dos cilindros, especialmente en su configuración más deportiva, y es por eso que a la gama de la Panigale V4 se suma ahora una nueva Panigale V2, heredera directa de las superbikes “pequeñas” 899 y 959.
El modelo fue presentado en el EICMA 2019 (Salón de Motos de Milán) y cuenta con más electrónica, mejor equipamiento y una estética que se identifica fuertemente con la familia deportiva de Ducati, pero con un carácter menos extremo que la familia V4.
La nueva Panigale V2 recupera dos señas de identidad perdidas en las últimas generaciones: el escape recorre la parte inferior y tiene una salida corta por el lado derecho, y el nuevo basculante monobrazo ahora se vé mucho mejor.
El motor es una evolución del Superquadro de la Panigale 959, un biclíndrico de un litro (955 cc) que cumple con la norma Euro 5, y que unido a una caja Ducati Quick Shift (DQS) de 6 cambios eroga 155 CV y 102 Nm de par (a 9.000 rpm), más que suficientes para un peso en seco de 176 kilos.
La electrónica también es nueva, adoptando un cuadro de mandos digital a color de 4,3 pulgadas, y toda la tecnología tope de gama de Ducati: cornering ABS, control de tracción DTC Evo2 con estrategia predictiva, anti-wheelie, modos de conducción, cambio semiautomático bidireccional, entre lo principal.
Dinámicamente, la moto está diseñada para un uso intensivo en ruta, pero con la capacidad cierta de entrar en un circuito y quemar caucho. Cuenta para ello con una horquilla invertida Showa BPF totalmente regulable, un monoamortiguador trasero Sachs y el amortiguador de dirección Sachs para contener los movimientos del tren delantero.
Tiene un nuevo basculante de doble brazo de aluminio, un freno de doble disco semiflotante de 320 mm con pinzas Brembo adelante, un disco de 245 mm con pinza de doble pistón atrás, una distancia entre ejes 5 mm más larga y un asiento 10 mm más alto que llega hasta los 840 mm.
Larga vida a las deportivas de dos cilindros.