Por más atento y precavido que sea un conductor, es imposible mirar por los espejos y ver absolutamente todo. Particularmente, el famoso "punto ciego" hace que en ocasiones no se puedan ver los autos con los que se comparte la ruta.
Normalmente, esto se produce cuando el auto que lo precede está detrás y a un costado, como si estuviera iniciando una maniobra de superación. Es en esa zona donde queda escondido, al grado que no es posible verlo con ninguno de los espejos, ya sea el interior o los exteriores. Dicha zona está determinada por el diseño del auto, sin importar el modelo, por lo que no se puede eliminar.
Claro que la no visibilización aumenta la posibilidad de sufrir un accidente, particularmente al momento de cambiar de carril. Con el objetivo de mejorar la seguridad de los conductores, hace algunos años los vehículos empezaron a equipar una tecnología que ayuda a elevar la visibilidad: el detector o sensor de puntos ciegos.
Este sistema, patentado en 2004 e inventado por Martin Brandt y Matthias Toens, monitorea esa área que el conductor no puede controlar al observar por los espejos, ni tampoco al hechar una mirada fugaz sobre su hombro izquierdo.
¿Cómo funciona?
Por medio de una serie de radares de corto alcance ubicados en la parte trasera del auto, que monitorean las áreas ubicadas detrás y a sus costados, el detector o monitor de puntos ciegos analiza la distancia de los vehículos circundantes y su velocidad para decidir si debe advertir o no al conductor que existe un vehículo en la zona no visible. Esta alerta se hace por medio del encendido de una luz LED color ambar en los espejos laterales.
Al igual que sucedió con el cinturón de seguridad, Volvo fue la primera en introducir este sistema en uno de sus modelos (2005). Inicialmente, usó cámaras colocadas en los espejos laterales del auto, mientras que una computadora procesaba las imágenes capturadas para ver si un vehículo estaba ubicado en el área del punto ciego.
Más de una década después, los radares traseros, que se encuentran cerca del paragolpe, tienen el trabajo de emitir ondas electromagnéticas que rebotan en objetos sólidos. Es decir, aprovecha el eco que se genera para detectar si existe un vehículo adyacente.
Debido a que esta tecnología detecta y avisa al conductor que existe un vehículo en el área del punto ciego, permite que los cambios de carril sean más seguros. ¿Tu auto lo tiene? Contanos tu experiencia.