El pasado Salón de Frankfurt no mostró el poderío y derroche de otras ediciones. La ausencia de muchas marcas importantes y una presencia mucho más modesta de las alemanas ya hacían suponer que la otrora muestra automotriz más fuerte del viejo continente tenía un futuro incierto.
Claro, ninguno de los asistentes pensábamos que la de 2019 sería la última exhibición a realizarse en Frankfurt. Lo cierto es que, desde el año que viene, el salón de Alemania se llevará a cabo en Munich.
Así como se dio el cambio de sede, la industria en general también está cambiando rápidamente, y es un hecho que muchas de sus tradiciones terminarán en gratos recuerdos. Sin embargo, en Frankfurt 2019, y paradójicamente en uno de los pabellones menos concurridos, se presentaba un desarrollo conjunto entre la compañía eClassics y Volkswagen: un kit que permitía convertir al Escarabajo en un auto eléctrico.
Tuve la oportunidad de charlar con el ingeniero responsable, quien confirmó lo que todos suponíamos: si el kit era adaptable para cualquier Beetle, solo había que hacerle unos pocos cambios para instalarlo en una Kombi (también conocida en otros países como Bulli, gracias a la contracción alemana de las palabras BUs y LIeferwagen -van-). Y así fue.
Con ustedes, la e-Kombi
En febrero pasado, Volkswagen Vehículos Comerciales presentó un teaser de la e-Kombi, cuya presentación estaba programada para la Techno Classica Essen 2020. Debido a que el evento se pospuso hasta junio por el coronavirus, la marca decidió hacer la presentación online.
La nueva van es una Combi T1 de 1966 que utiliza componentes de los vehículos eléctricos modernos de VW. Por ejemplo, emplea un motor eléctrico de 82 CV y 211 Nm de torque, con el que sustituye al 4 cilindros bóxer que entregaba unos modestos 43 CV y 102 Nm. Por lo tanto, la e-Kombi es bastante más rápida con respecto al modelo original: así lo demuestra la velocidad máxima limitada, que ahora alcanza los 130 km/h, contra los 105 km/h que ofrecía el motor de combustión.
Al igual que en la combi por autonomasia, el motor eléctrico y la transmisión de un cambio van montados en la parte trasera, con lo cual se mantiene la tracción posterior.
Sobre la batería, está ubicada en el piso del vehículo y es de iones de litio. Cuenta con una capacidad de 45 kWh, que le permite ofrecer una autonomía por encima de los 200 kilómetros, a la vez que recarga el 80% en 40 minutos, siempre y cuando se utilice un cargador de corriente directa de 50 kW.
A nivel estético, en el exterior eClassics optó por una pintura bitono, nuevos faros delanteros y traseros LED, así como testigo de carga con iluminación también de LED. Mientras que en el interior los tapizados son bitono, el piso es de madera y hay algunos cambios: en los marcadores cuenta con un nuevo velocímetro y la palanca de cambios no hace justicia al diseño original.
Al ser una alianza formal entre Volkswagen y eClassics, estas conversiones utilizan toda la electrónica de los vehículos modernos de VW, incluyendo sistemas de diagnóstico. Así, las reparaciones y el mantenimiento se podrán efectuar en cualquier concesionario que pueda arreglar un VW eléctrico nuevo.
La comercialización estará a cargo de eClassics, que distribuirá tanto el kit de conversión (se puede utilizar en modelos T2 y T3), como combis completamente reacondicionadas. El precio de una ronda los 70 mil dólares.