Fue tan fuerte el impacto económico que generó la cancelación del Salón de Ginebra 2020 debido al Coronavirus, que la celebración de la edición programada para 2021 está en duda.
Como se recordará, la exhibición que debía realizarse este año no pudo llevarse a cabo debido a que se canceló cuatro días antes de su apertura, como medida sanitaria a la pandemia del COVID-19. Este hecho provocó que la situación financiera de la fundación organizadora del evento -Geneva International Motor Show Foundation- se viera gravemente afectada.
Ante esta situación, la fundación solicitó apoyo financiero al Cantón de Ginebra -Suiza divide su territorio en cantones- para reparar las pérdidas que ascendían a más de USD 10 millones y también para prepararse de cara a la siguiente edición.
Si bien el Consejo del Estado de Ginebra otorgó un préstamo por USD 16 millones, finalmente los organizadores del GIMS rechazaron el dinero debido a que las condiciones impuestas eran contradictorias con los estatutos de la fundación.
A través de un comunicado la entidad reconoció los motivos del rechazo. Específicamente, no aceptó la cláusula que tenía como objetivo que culmine su vínculo con Palexpo SA, empresa que también trabaja en la organización del evento y a la que pertenece el predio ferial en el que se desarrolla. Además, la realización del evento en 2021, otra condición del préstamo, es muy incierta. Según manifiesta el escrito, "los principales expositores nos recomiendan planificar la próxima edición en 2022", teniendo en cuenta la crítica situación económica que ya está presente y que continuará en los próximos meses.
Como recordatorio, la fundación mencionó que "el Salón de Ginebra es el evento más grande en Suiza. En 2019 atrajo a más de 600.000 visitantes y casi 10.000 representantes de los medios de comunicación. Su beneficio económico para el Cantón de Ginebra se estima en más de USD 230 millones".
