Es un hecho que la mayoría de los elementos con los que cuenta un auto tienen una causa para estar allí, por lo que en caso de faltar o de algún desperfecto el funcionamiento dejará de ser el ideal. Decimos "la mayoría" y no "todos" debido a que ciertos componentes son totalmente inútiles, y tenerlo o no no marca ninguna diferencia. Uno de estos es el techo solar.
El techo solar no solo no incide en la mejora del funcionamiento del vehículo, sino que además tenerlo tiene más desventajas que ventajas.
Primero vamos con su lado bueno: permiten que haya más luz en el interior del auto y que deje pasar aire en caso de abrirlo.
Ahora, lo malo: En primer lugar, equipar a un vehículo con este accesorio provoca que su precio se eleve en aproximadamente USD 900. Segundo, aumenta su peso, lo que provoca mayor consumo de combustible.
Otra desventaja es que la eficiencia del auto se ve perjudicada al momento de tenerlo abierto, ya que la resistencia al aire es mayor. Además, y si bien tienen persianas, el aislamiento térmico no es el mismo que el de un techo convencional, por lo que las temperaturas altas y bajas son mayores.
La altura del vehículo también cambia y resulta ligeramente menor, debido a la instalación del mecanismo de accionamiento.
En resumen, si querés que tu auto tenga el techo transparente, te aconsejo pensarlo dos veces.