Lamborghini está yendo más allá de la producción automotriz, en un ámbito que ya conocen otras marcas de lujo como Bentley y Rolls-Royce: el del cuidado de abejas. Desde 2016, la empresa italiana lanzó un proyecto de biomonitoreo ambiental con la instalación de un colmenar en el Parque Lamborghini, situado en Sant'Agata Bolognese.
A lo largo de los años, el colmenar pasó de un total de ocho colmenas a las doce actuales, con una población de unas 600.000 abejas, de las cuales 120.000 se alimentan por todo el territorio.
Los trabajos con las abejas
Gracias a la Fundación Audi (integrante del Grupo VW como la firma italiana), a partir de este año el colmenar de Lamborghini se beneficia de la presencia de una “colmena tecnológica”. Estamos hablando de una colmena que incluye dos cámaras (una adentro y otra afuera) que permiten observar de cerca el comportamiento de los insectos, para aportar datos más detallados a los estudios que se están llevando a cabo.
A partir de los análisis de las matrices de la colmena (miel, cera y las abejas per se), la empresa, en colaboración con expertos en entomología y apicultura, puede detectar una amplia gama de contaminantes ambientales:
- Plaguicidas utilizados en agricultura y en espacios verdes urbanos y privados
- Metales pesados
- Compuestos aromáticos
- Dioxinas y muchos otros.
El análisis es fundamental para controlar la contaminación en el entorno que rodea la planta de producción y el área habitada de Sant'Agata Bolognese. Esto se da gracias al amplio "forrajeo" de las abejas, es decir, su vuelo, para recolectar néctar y polen, en un radio de aproximadamente tres kilómetros.
Más sobre los estudios de Lamborghini
El proyecto emprendido por Automobili Lamborghini se ha enriquecido recientemente con un estudio experimental para el biomonitoreo de colonias de abejas solitarias, que se diferencian de las abejas sociales por su radio de alimentación más corto (200 metros) y porque cada hembra cuida de su propia descendencia, a diferencia de las abejas sociales que solo cuidan de la descendencia de la abeja reina.
Por su parte, las colonias, compuestas por casas de juncos ubicadas dentro del Parque Lamborghini y cerca del sitio de producción, permiten monitorear áreas más específicas, gracias al radio de alimentación más corto, y recopilar datos aún más efectivos para estudiar el impacto ambiental del sitio.