No hay duda que de todos los muscle cars que surgieron en las décadas de 1960 y 1970, uno de los modelos que dejó huella y que lamentablemente tuvo una corta existencia es el Plymouth Superbird 1970. Evidentemente, uno de los grandes éxitos de este auto deportivo estadounidense, además de la gran potencia de su V8, fue su exótica carrocería.
Quienes recuerdan a este Plymouth Superbird, lo primero que viene a la mente es el enorme alerón y otra serie de soluciones aerodinámicas. Más que buscar un look extravagante, este muscle car fue desarrollado por Plymouth como un experimento de aerodinámica para las carreras estadounidenses. De hecho, este vehículo fue creado para cumplir con las homologaciones de la NASCAR, que en 1970 exigían la producción de 500 ejemplares a uno por cada dos distribuidores del fabricante en los Estados Unidos; en el caso de Plymouth, eso significó tener que construir 1.920 Superbirds.
Lamentablemente, el aumento de las regulaciones del gobierno de Estados Unidos sobre las emisiones, combinado con el aumento de los seguros para los autos deportivos, hizo que 1970 fue el único año de producción del Plymouth Superbird.
Ahora bien, de todas las versiones de este muscle car que se crearon, el más codiciado fue y es el Plymouth HEMI Superbird, por la enorme cantidad de poder que tenía. En total, el V8 HEMI de 426 pulgadas cúbicas (7.0 litros) de este deportivo está en el orden de los 425 CV y 664 Nm de torque.
Además de su potencia, esta variante del Plymouth HEMI Superbird es altamente codiciada ya que solo se fabricaron 135 unidades, 58 de ellas con caja manual de 4ta y las 77 unidades restantes con caja automática. Entre otros equipamientos destacados, estos Superbird equipan ejes de alto rendimiento, frenos de disco, dirección asistida, ganchos en el capó y techo cubierto de vinilo.
Un elemento más del Plymouth HEMI Superbird que no se puede dejar de mencionar es el logotipo de Superbird en el spoiler. Se trataba del famoso Correcaminos de la caricatura sosteniendo un casco de carreras. Sí, el mismísimo Correcaminos creado por Chuck Jones para la Warner Bros., que tantas veces viste junto al Coyote. Al igual que la caricatura, este modelo parece casi imposible de agarrar, así que si algún día ves uno, mejor guardate una buena foto, porque viste una rareza.