Las familias grandes tienen la dificultad de conseguir vehículo para transportarse y muchas veces necesitan ir por un utilitario convertido en van con muchos asientos. Ahora KIA Carnival presenta en Argentina su nueva generación y estas son las impresiones que dejó en nuestro primer contacto.
KIA Carnival: diseño
Lo primero que llama la atención al verla en persona es el diseño con claves de SUV. Se destacan las líneas más rectas, la parrilla con rectángulos que amalgama luces entre ellos y mediante delineado LED. Otras claves estéricas son el decorado metalizado que va detrás del portón lateral. Remata la luz posterior en forma de barra roja que recorre la zaga de extremo a extremo.
En persona es imponente, no se si esta me gusta más que la generación saliente que era claramente un MPV, pero es interesante el nivel de detalle, especialmente en los faros de las luces altas escondidos dentro de los rectángulos de parrilla, y en facetado de la moldura decorativa exterior.
La nueva Carnival es marginalmente más grande que la anterior, no hay cambios significativos en eso, aunque ahora luce más musculosa. Las puertas laterales corredizas eléctricas son inmensas y el acceso a todas las plazas cómodo ya que los asientos centrales de las filas 2 y 3 son tipo transportín y se pueden plegar para generar un pasillo.
KIA Carnival: cuestión de asientos y amenidades
Respecto de la configuración de los asientos sigue igual que la Carnival saliente, con sus ventajas y desventajas. Del lado positivo podés tener 4 filas y 11 plazas. Si bien los tres asientos traseros son testimoniales, te pueden sacar de apuros y además permiten que esta mole no pague impuesto interno. La parte negativa es que los dos asientos centrales (los transportines) solo tienen cinturón ventral y carecen de apoyacabezas. Lo bueno es que los asientos laterales se reclinan, desplazan y hay doble techo de cristal para disfrutar.
Entre las amenidades hay salidas de aire en el techo con control digital independiente para el área trasera, y muchos puertos USB para que todos tengan sus pantallas, reproductores y demás elementos de información y entretenimiento siempre cargados.
KIA Carnival: desde adelante
El diseño del tablero es muy elegante, inclusive hay una barra metalizada con facetado similar al del decorado externo. Lo mejor, todo lo que tiene aspecto de metal se siente frío como metal cuando lo tocás. Dentro de los detalles el mejor es la selectora de cambios, del tipo perilla, en metal con trabajo de textura y una suerte de vidrio en la tapa superior.
Curiosamente hay muchas partes en blanco (cremita, tiza, como se llame) que se pueden manchar fácilmente, más en un vehículo lleno de personas no adultas. Entre los tantos detalles interesantes está el decorado de las contrapuertas con una retroiluminación.
KIA Carnival y su doble pantalla
Obviamente que lo que más te va a llamar la atención es el nuevo centro de información que usa dos pantallas consecutivas de poco más de 12” cada una. La primera es para el cuadro de instrumentos, la segunda para multimedia. Dato que ya viene de la generación anterior (y de modelos primos de Hyundai) no hay navegador propio, si por Android Auto y Apple CarPlay.
KIA Carnival, al manejarla
Mecánicamente cambió poco, adelante sigue el 2.2L turbodiésel y la caja automática de 8 cambios, atrás el esquema multibrazo de suspensiones. Respecto del impulsor, recibió mejoras y ahora pasa de 197 CV a 202 caballos y 441 Nm entre 1750 y 2750 rpm. Si el “dial” de cambios no te convence, podés pasar de marchas con levas detrás del volante y tenés varios modos de manejo incluyendo uno Sport.
Tuvimos oportunidad de manejar la nueva Carnival en una pista de pruebas mojada y luego de salir a girar por Panamericana. Hundís el pedal a fondo y de 0 no vas a tener gran reacción, recordemos que esta moles mide 5.115 mm de largo y pesa más de 2 toneladas. Lo curioso con esa masa es como hizo las maniobras de esquive en mojado, se sintió estable e inclusive llegué a hacer una corrección antes de que el ESP me de la mano necesaria para que tropa y cola mantuvieran la trayectoria deseada.
Salimos a Panamericana y gracias a la buena charla, la “vueltita” se estiró un poco más. Una de las grandes novedades de esta Carnival es que el detector de punto ciego no solo avisa en los retrovisores, también proyecta una cámara en el velocímetro o tacómetro (dependiendo del lado, claro) cuando ponés la luz de giro. Dicho se a de paso tiene 4 cámaras que te dan visiones multiángulo para estacionar y los retrovisores son verticales con lo que ves “detodito”.
La idea era probar todas las ADAS que trae esta nueva generación, bueno, casi todas, porque no me causa gracia ni hacer funcionar la alerta de colisión inminente, ni el frenado de emergencia. Un dato interesante es que detecta peatones, ciclistas y también lo hace en curva.
Una vez puesto el crucero adaptativo a 120 km/h y el tacómetro asentado justo debajo de las 2.000 rpm (no se escucha ruido adentro) tuve una grata sorpresa, el sistema de mantenimiento de carril le podés sumar el centrado, y eso quiere decir que no va a los barquinazos de línea punteada a línea punteada. ¿Algo más? Dobla sola por el medio del carril. Ojo, como estos son asistentes y no te reemplazan, a los pocos segundos doña Carnival te recuerda que seas responsable y que coloques las manos en el volante.
Rematando, me llamó la atención lo estable, silenciosa y confortable que es esta minivan. Colabora mucho que tiene ruedas grandes, pero que no es todo llanta para la facha, hay 17” de aleación y 235/65 de caucho.
Todavía nos queda hacerle el test completo para medir consumos y recuperaciones, además del confort en un viaje largo, pero la primera impresión con la nueva KIA Carnival fue más que buena.