El cambio de aceite forma parte de los mantenimientos básicos que hay que realizarse a nuestro vehículo. Generalmente, cada 10.000 kilómetros es necesario reemplazar el lubricante del motor, que con el tiempo se llena de impurezas y va perdiendo sus cualidades. Eso está claro. Ahora, lo que quizás no sabías es que este aceite usado se recicla, y puede volver a la venta o destinarse al asfalto de las calles.
Uno de los principales países donde se implementa el sistema de reciclaje de aceites es en Brasil. Al momento de cambiarlo, podemos notar que sale completamente ennegrecido y contaminado por las impurezas del motor. Ese lubricante usado es almacenado en los talleres que realizan los cambios y, periódicamente, es recolectado por una agencia gubernamental, que no sólo paga por el producto sino que también emite un certificado de recolección al establecimiento, para certificar que el aceite usado fue tratado correctamente.
Tras ser recolectado, el aceite es llevado al mismo lugar de donde vino: la refinería. Allí, a través de un proceso de destilación y filtrado de impurezas, el 70% del lubricante usado se transforma en un aceite base, es decir un aceite puro sin ningún tipo de aditivos. Luego, cuando se le suman los componentes necesarios para su aplicación, queda nuevamente listo para ser comercializado. Por su parte, la mayoría del 30% restante que no pudo llegar a ese estado de pureza queda destinado a la producción de asfalto.
Además de ser nuevamente vendido una pequeña porción del aceite reciclado tiene como destino la producción de gasoil, utilizado en camiones y locomotoras con motores Diesel. Lo que se descompone de la molécula y se vuelve más pequeño se usa para hacer combustible (Diésel); lo que se polimeriza y forma una molécula más grande se convierte en asfalto.
De esta manera, nada se desecha en el medio ambiente. Y cuando decimos nada es literal, ya que hasta los envases plásticos se reciclan: se lavan, se trituran y se procesan para transformarlos en una resina llamada PCR, que puede utilizarse para la elaboración de distintos productos plásticos, incluyendo nuevos envases, para que el ciclo de reciclaje se cierre.
Este tipo de economía circular se aplica en diversos países del mundo con mayor y menor éxito, pero hay regiones donde ni siquiera se intenta aprovechar el aceite usado.
Ahora te toca a vos: ¿Sabías que el aceite usado se puede reciclar? ¿Cómo se maneja este tema en tu ciudad? Compartí tu opinión en los comentarios, siempre con respeto y sin agredir.
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