El mundo de la automoción tiene casi un siglo y cuarto, y una de las marcas que ha sido protagonista desde esos años es Mercedes-Benz, que si bien no se llamaba así cuando Karl Benz inventó y patentó el Motorwagen de tres ruedas en la última década del Siglo XIX, desde entonces nos ha brindado hitos importantes y bellas creaciones como el SL, cuyas iniciales significan Sport Leicht (Deportivo Ligero)
Las siglas se hicieron famosas en los años 50 cuando M-B presentó el 300SL el famoso “Alas de Gaviota”, y que como mero dato cultural, ese jamás fue su nombre oficial. Otro Mercedes SL que se conoce más por su mote Pagoda es precisamente el que cumplió 60 años este año, me refiero al célebre 230 SL.
Mercedes-Benz 230 SL 1963
Develado en el marco del Salón del Automóvil de Ginebra de 1963, internamente se lo conocía como W113.
El estilo y diseño fue creado bajo la supervisión de Friedrich Geiger y las líneas se alejaban de los trazos redondeados de los predecesores, Los 300 y 190 tenían formas redondeadas en el techo, guardabarros y baúl, por el contrario el nuevo SL tenía un aspecto mucho más recto, más acorde con las formas que retomaban un poco los principios de diseño funcionalista de la escuela Bauhaus que se pusieron muy de moda -de nuevo- en esa década.
Un elemento importante del nuevo SL era el techo rígido removible, y con ello el fabricante no tenía que crear una versión cerrada y otra convertible. La solución no era nueva, marcas como Chevrolet con el Corvette en 1953 o Ford con el Thunderbird en 1955 ya habían experimentado con esta solución e incluso hubo algunas versiones del SL 300 convertible que ofrecían un techo duro desmontable.
La idea del techo desmontable fue retomada por Paul Bracq y las formas del mismo dieron lugar a su sobrenombre: Pagoda, ya que visto desde atrás el diseño asemejaba a esas construcciones de oriente.
La construcción del W113
El chasis y bastidor del SL de tercera generación fue tomado del Sedán W111 presentado en 1959. El Pagoda es más pequeño que el sedán, pero conservó la misma distancia entre ejes que los 300 y 190 lo que permitió tener un habitáculo más amplio y cómodo para dos pasajeros.
El diseño estructural fue de los primeros autos de la marca alemana en ofrecer zonas de deformación programada y su manejo era muy bueno y predecible gracias a la robustez de un chasis pensado para un vehículo mucho más grande y pesado.
El SL del que estamos hablando también fue el primer deportivo de MB en ofrecer una transmisión automática y con el paso del tiempo y al ganar motorizaciones más potentes se lo empezó a dotar con frenos de disco en las cuatro ruedas.
El Pagoda se produjo del 1963 a 1971
El W113 tuvo una vida larga y en los años en los que estuvo en producción fue ganado potencia:
- de 1963 a 1967 portó el motor Mercedes-Benz de seis cilindros en línea de 2.308 cc que entregaba una potencia de 150 CV y un torque de casi 197 Nm
- entre 1966 y 1968 el seis en línea creció a 2.496 cc y entregaba la misma potencia, pero generaba 15 Nm extra.
- Para la última camada de Pagodas el fabricante montó el motor M130 de seis en línea y 2.778 cc que subió la potencia hasta los 170 caballos
Las nomenclaturas del modelo -según el motor- fueron: 230, 250 y 280 y evidentemente todas acompañadas de las siglas SL. Se fabricaron 48,912 unidades y en Alemania costaba entre 22 a 25 mil marcos, que en esa época equivalían a unos 12 mil dólares. Hoy la cotización del Mercedes-Benz SL W113 se ha ido por las nubes y los ejemplares en mejor estado alcanzan precios cercanos a los 200 mil dólares.
Un dato curioso del Pagoda es que el techo duro removible -el que diseño Paul Bracq- pesa 49 kilos, ponerlo y quitarlo es una tarea que se hace de a dos, y más vale hacerla con cuidado porque ya vimos lo que valen esos ejemplares.