En esta sección inaugurada hace unas semanas, ya repasamos el Ford T, que masificó la producción en cadena y el automóvil como medio de transporte, al VW Escarabajo, que supo ser el auto más vendido de la historia, y el Ford Mustang, el icónico deportivo norteamericano, pero aún falta cubrir un espacio muy importante: los todoterreno.
Si bien para la época de la Segunda Guerra Mundial ya existían algunos todoterreno (no olvidemos que la plataforma del Käfer o Escarabajo fue usada para algunos de ellos), el Willys Jeep fue el que llevó esta modalidad a un vehículo de producción y lo popularizó fuera del uso militar. Te contamos su historia.
Willys Jeep: origen
Al igual que el Escarabajo, la historia del Jeep Willys se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando los norteamericanos decidieron involucrarse en el conflicto bélico y se dieron cuenta que, si bien eran superiores en artillería, no contaban con un vehículo todoterreno capaz de circular rápidamente por cualquier tipo de condición y transportar todo tipo de armamento, remolques y demás.
A principios de la década del 40, el Gobierno y las Fuerzas Armadas de los EE.UU lanzaron una convocatoria dirigida a 135 compañías que fabricaban vehículos en el país, quienes tenían que realizar un prototipo funcional para pruebas en tan solo 49 días.
De las 135 empresas, solo tres aceptaron el desafío: Ford Motor Company, American Bantam (el único que lo presentó dentro del plazo pedido) y Willys-Overland, y finalmente se decidió “unir” las tres compañías y basarse en el diseño de American Bantam.
Además del plazo de 49 días en el que debía estar presentado el prototipo, se pidieron otros requisitos:
- Tracción 4x4
- Despeje mínimo de 16 cm
- Peso máximo de 590 Kg
- Carga útil de 272 Kg
- Distancia entre ejes de no más de 2.032 mm
- Velocidad mínima sostenida de 55 Km/h
La propuesta de Willys-Overland era la más potente, la de American Bantam la más barata y la de Ford la más cómoda, por lo que se decidió integrar a las tres y así nació el prototipo Overland MA de 1941. M significaba “Militar” y “A” era el número de serie, que en el modelo final terminó siendo “B” en el Willys MB.
Finalmente, el Willys MB llegó a producción con un motor longitudinal de cuatro cilindros en línea y 2.2 L que podía producir 60 CV y 142 Nm, y ofrecía un excelente desempeño, con una velocidad máxima de 105 km/h; pero lo más destacado fue la tracción 4x4, que le permitió desplazarse con facilidad por todo tipo de terrenos.
Como dato curioso, una de las peculiaridades del Willys MB era que su parabrisas se podía plegar sobre el capot, permitiendo más practicidad y comodidad para apoyar cualquier tipo de armamento.
El éxito del Willys MB en la Guerra
Las características y versatilidad del Willys permitieron que se utilizara en muchísimos roles:
- Ambulancia
- Vehículo de reconocimiento
- Vehículo con ametralladora en su caja
- Vehículo con lanzacohetes y morteros
- Camioneta de bomberos
- Remolcador de armamento, y más.
El Willys MB fue el aporte más significativo de Estados Unidos a la guerra, y luego del conflicto dio origen a una serie de vehículos todoterreno comerciales, llamados Willys CJ (Civilian Jeep).
El origen del nombre Jeep
El proyecto en principio tenía el nombre “GP”, siglas provenientes de “General Purpose" Vehicle (vehículo para uso general), y como la gente pronunciaba “GP” en inglés (que debería ser "yipi"), rápidamente se popularizó “JEEP”.
“JEEP” era además la única palabra que podía pronunciar Eugene, la mascota de la novia de Popeye, que tenía la particularidad de poder caminar por las paredes o los techos, y los soldados rápidamente adoptaron este nombre para su vehículo todoterreno, gracias a sus numerosas capacidades.
El nombre fue registrado por Willys Overland en 1950, y siguió fabricando el JEEP tanto para los militares como para los civiles. Además, la marca decidió crear algunos modelos para uso recreativo, y así nacieron vehículos como el Jeepster, que contaba con un techo desmontable y un aspecto más “fachero” y no tan “militar”.
La evolución de los modelos de Jeep y la actualidad
Willys Overland Jeepster
Si bien el Jeep nació como un modelo militar, a lo largo de los años pudimos ver algunos ejemplares que se comercializaron para el público, como el CJ-2A, que fue el primer todoterreno de producción en serie, y que fue sucedido por varios “CJ”, comercializados otras marcas que compró la empresa (Kaiser Motors y American Motors Company).
Más tarde llegaron modelos como el Willys Jeep Station Wagon (que en Argentina conocimos como Estanciera), y tenía la peculiaridad de tener carrocería de acero, capacidad para siete ocupantes y tracción 4x4, y es considerado el primer SUV de la historia.
Luego apareció el Wagoneer, para posicionarse como opción “premium” dentro de la línea de los Jeep, y fue el que dio origen a las gamas Cherokee, Grand Cherokee y el Wagoneer actual.
En la actualidad, pudimos ver que Jeep expandió su gama de modelos desde SUV chicos (Avenger y Renegade) hasta los más grandes (Grand Cherokee, Wagoneer y Grand Wagoneer), pero siempre hubo uno que intentó mantener con vida las líneas originales del Willys: el Wrangler.
Jeep Wrangler
Luego de los Jeep CJ, apareció el primer Wrangler en 1986, y desde entonces se mantuvo el nombre y algunos elementos de diseño como la parrilla de las siete ranuras, el techo desmontable, las capacidades todoterreno y las líneas generales del vehículo, a pesar de que fue creciendo en tamaño, motorizaciones y tecnología.
Por último, no podíamos dejar de lado las Scrambler y Gladiator, pickups de la marca, la primera una suerte de "CJ" con caja, la segunda, una chata más grande que fabricada en Argentina. La Gladiator tiene una nueva generación que curiosamente es considerada como un Wrangler con caja de carga, por lo que los puristas dicen que debería de llamarse Scrambler.
Si querés saber la historia de Jeep en Argentina, te la estaremos contando en nuestra sección Autos Clásicos de Argentina, así que estate atento.
Test Jeep Gladiator: la pickup más offroad