Si eras fanático de Ken Block, seguramente recuerdes a Hoonigan, una empresa que gracias al piloto pudo gozar de muy buenas épocas, y que durante muchos años tuvo una operación independiente, hasta que en 2021 se asoció con Wheels Pro, una compañía de capital privado dedicada a la venta de llantas y todo tipo de accesorios aftermarket.
Posteriormente, la organización tomó el nombre de Hoonigan, haciendo crecer sus ganancias de 844 millones de dólares en 2019 a 1.500 millones de dólares para 2022, pero lamentablemente en 2023 todo comenzó a cambiar.
Ahora, la firma ha declarado una deuda de 1.200 millones de dólares, y actualmente tienen un acuerdo firmado con sus acreedores para eliminar dicha cifra, y al mismo tiempo “inyectar” 570 millones de capital nuevo, con los que la empresa podría salir de la situación crítica en dos meses y seguir operando sin perjudicar a los clientes, empleados, vendedores y proveedores.
“Con un balance considerablemente fortalecido y nuevo capital, esta transacción nos posicionará para invertir en innovación e impulsar aún más el desempeño financiero. Con el fuerte apoyo de nuestros socios financieros, seguimos enfocados en brindar productos de vanguardia y el mejor servicio a nuestros socios durante todo este proceso”, declaró Vance Johnston, director ejecutivo de Hoonigan.
Veremos cómo sigue la situación y esperamos que la famosa firma no tenga que cerrar sus puertas definitivamente. Por último, recordemos que Hoonigan no es la única empresa que pasa por un momento difícil, ya que también vimos como otras compañías como BBS y Recaro se declararon en quiebra.
Test Drive
