En el mundo de los autos, suele pasar que surjan noticias sobre incautaciones de vehículos deportivos, pero lo que no es común es que el protagonista sea uno de los autos más raros y codiciados del mundo.
La noticia que tomó por sorpresa a los fanáticos de los autos es que una investigación federal del FBI terminó con la incautación de un rarísimo Mercedes CLK GTR Roadster, del que solo se crearon seis unidades (en principio era una y luego se hicieron cinco más sobre chasis sobrantes), y su precio supera los 13 millones de dólares
El CLK GTR Roadster es, sin exagerar, un unicornio: nació como un homologation special, es decir, un modelo de calle de producción limitada (28 unidades totales), creado para homologar un auto de carreras, en este caso, para cumplir el reglamento de la FIA GT.
Estéticamente, lo único que hereda del CLK convencional son las luces, ya que el GTR sigue los lineamientos del modelo para circuitos, con un monocasco de fibra de carbono, diseño extremadamente aerodinámico y un impresionante motor V12 de 6.9 L con más de 600 CV.
Los autos tan raros como el CLK GTR casi nunca aparecen públicamente, y cuando lo hacen, suele ser en subastas o exhibiciones muy prestigiosas, no como evidencia federal. En este caso, el CLK GTR Roadster fue asegurado junto con otros bienes como parte de una importante investigación del FBI.
El dueño del CLK GTR Roadster es Ryan Wedding, exatleta olímpico, y uno de los 10 fugitivos más buscados del FBI, ya que se lo acusa de tener una de las redes de narcotráfico más grandes de Norteamérica. No por nada se lo conoce como "El Pablo Escobar moderno".
Es importante mencionar que esta no es la primera vez que máquinas de este calibre en manos de la ley: en Europa se llegó a embargar un Bugatti EB110 relacionado a Michael Schumacher; en Estados Unidos, un McLaren F1; y en América Latina incluso aparecieron modelos como una Ferrari Enzo y un Lamborghini Reventón. Aun así, el CLK GTR Roadster juega en otra liga porque es más raro que todos ellos.
Por ahora, el expediente penal seguirá su curso para definir qué se hará con el vehículo. Esperemos que sea subastado y no termine en una compactadora.
