Antecedentes
La división Motorsport de BMW tiene uno de los más grandes renombres en cuanto a modificación de autos de serie. Es esta compañía la que cambió el mundo automotriz al introducir el primer sedán deportivo de la historia (el M5 y posteriormente el M3). Sus productos son objetos de culto y tradición con millones de fanáticos y clientes satisfechos.
Su filosofía es simple, hacer del auto (BMW) en cuestión, más rápido y controlable. Para lograrlo, generalmente cambian el motor por uno desarrollado por ellos mismos, la suspensión es rebajada y endurecida y se le realizan ligeros cambios a la carrocería con el único propósito de hacerlo mejor y no de adornarlo.
Cuando se hizo público que estaban trabajando en una versión M del X5 y X6 –a pesar de haberlo negado durante mucho tiempo- la sangre de los puristas de la marca hirvió y el escándalo entre la prensa se desató. ¿Cómo iban a romper con tantas reglas establecidas de los autos M?
En primer lugar aunque BMW diga que son Sport Activity Vehicle (X5) y Sport Activity Coupé (X6) no dejan de ser camionetas, un segmento en el cual la división M dijo nunca se iba a meter. También cuentan contracción integral, que es la antítesis de la tracción trasera deportiva. La transmisión, dijeron, nunca sería una automática y los motores jamás sobrealimentados.
En fin, tras muchos problemas y polémica desatada el X6 M y X5 M llegaron con todas estas contradicciones y esta es nuestra prueba a fondo.
Características técnicas y mecánicas
Al motor, que es una variante del V8 4.4L biturbo utilizado en la versión tope de ambos(X6 y X5 50i), le fue aumentada la presión de los turbos, y cambiados algunos componentes internos por los ingenieros de la división para producir 555Cv y 680Nm de torque.
La suspensión también fue revisada para ofrecer un manejo más sólido y deportivo, además de que se mantuvo el sistema Adaptive Drive que mantiene la carrocería estable en curvas fortaleciendo los amortiguadores del lado exterior de la curva instantáneamente.
La dirección también recibió el tratamiento M haciéndola más comunicativa y dura a altas velocidades.
Manejo
Como los autos M modernos, el X6 M cuenta con un botón en el volante que activa el modo de conducción deportivo. Pero si no lo presionas, es difícil darte cuenta que estas al volante de un producto con estas características. Sí la suspensión es más firme, sí los detalles en el interior como la palanca, instrumentos y volante tienen la ya clásica M que los delata y por supuesto también es muy rápido y ágil. Pero se siente como un muy potente BMW, nada más.
Esto cambia al presionarlo, pues el auto entra como en un estado anfetamínico. Al hacerlo, el acelerador tiene una respuesta instantánea, la potencia se entrega por completo -pues normalmente no lo hace por más extraño que suene- y la tracción entra en modo dinámico, permitiendo un ligero retardo del control de tracción.
Es “una camioneta” muy rápida. Inclusive para los estándares de autos deportivos. Los 100Km/h llegan en sólo 4,7seg desde cero y tiene una velocidad máxima controlada electrónicamente a 250Km/h o de 275Km/h sin el limitador (paquete de piloto M).
La velocidad a la que puedes tomar las curvas es probablemente lo más impresionante que tiene. Sobre todo cuando te acordás que pesa 2.380Kg y el centro de gravedad es bastante alto.
La dirección es sumamente precisa, en parte gracias a que el peso del auto no está moviéndose de aquí para allá, la potencia te pega al asiento cada vez que presionas al acelerador y los frenos son muy potentes –aunque si abusas de ellos sí se llegan a fatigar, los cambios de la transmisión, sobre todo en modo Sport son muy rápidos y si quieres, puedes hacerlo de forma manual con las levas detrás del volante. Sin embargo, no se siente como un auto M.
Le hace falta el factor sorpresivo y excitante que tiene el M3 o el M5. El sonido que produce el motor V8 biturbo es ronco, profundo y el turbo hace un ligero ¡pop! con cada cambio de relación, pero nunca se le acercará al V10 del actual M5 o el V8 aspirado de altas revoluciones del M3. La tracción también es un problema pues aunque ofrece un excelente nivel de agarre, no tiene la parte divertida que te permite jugar con el eje trasero en las curvas. Esto es lo que más se extraña al volante.
Interior
Probablemente ésta es la parte menos sofisticada y diferente respecto al X6 ya que el exterior es definitivamente más agresivo y la mecánica también. Esto no significa que no sea un lugar agradable pues el espacio es bastante generoso en la parte delantera –no tanto para la trasera, el ensamble es óptimo y de la más alta calidad, el diseño moderno y agradable además de contar con artilugios entretenidos como el iDrive de segunda generación con navegador satelital, control multimedia, climatizador automático y configuración del vehículo.
El diseño es el mismo que el de un X6 salvo por los detalles con la M marcada, el volante más grueso –que se agradece- y los instrumentos cuyo velocímetro marca hasta los 300Km/h y el tacómetro que desplaza el margen de la línea roja conforme el motor entra en calor.
Los asientos son cómodos y regulables eléctricamente, pero recordemos que al ser X6, atrás encontramos únicamente espacio para dos y que gracias a la forma de coupé del techo, el espacio para la cabeza es reducido.
Conclusión
Es importante aclarar que el X6 M es un gran auto. En verdad que es impresionante la manera en la que rompe con las reglas de la física y hace posible lo que nunca hubiéramos imaginado posible para una “camioneta”. Pero es aquí también donde está el gran problema y nace desde el X6.
La razón para comprar una camioneta es por la necesidad de espacio y practicidad y el X6 sólo puede acomodar a cuatro sin la opción de una quinta persona ya que el asiento no existe. Entonces tienes un auto tipo camioneta, que aunque luce muy bien y agresivo, no puede acomodar a más personas y que además de todo, tiene toda la física en contra. BMW seguramente pasó mucho tiempo desarrollando la tecnología necesaria para que se comporte como lo hace y definitivamente logró su cometido pero ¿realmente era tan necesario?
De hecho lo único que parece necesario era que querían tener algo para competir contra el Cayenne Turbo de Porsche. Pero para lograrlo, no necesitaba portar la letra M.
En verdad creo que no hay que tomarlo como un producto de BMW Motorsport sino como el tope de gama del X6, y así entonces tiene más sentido.