A partir del mes de noviembre de 2011, todos los vehìculos que se vendan en la UE, deberán traer de serie el Control Electrónico de Estabilidad (ESP).
el ESP no es más que un sensor instalado en cada rueda, un sensor de giro en el volante y un sensor de trayectoria.
Todos esto sensores tienen una función muy clara y es enviar toda la información que recogen a una centralita que es la encargada de detectar si el vehículo no circula siguiendo la trayectoria adecuada frenando ligeramente la rueda que causa la inestabilidad con lo que se asegura mantener el coche en la dirección adecuada.