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¿A quiénes perjudica y a quiénes beneficia la prórroga del ESP?

La respuesta (no) te sorprenderá.

¿A quiénes perjudica y a quiénes beneficia la prórroga del ESP?

El ESP es uno de los elementos más importantes a la hora de evitar un siniestro vial, a la par de los frenos ABS y la seriedad de quien maneja. El Control de Estabilidad no es algo demasiado nuevo en la industria automotriz, ya que este desarrollo de Bosch debutó a mediados de los 90´s de la mano de Mercedes-Benz (sí, ya pasaron más de 20 años). Considerando esto, parece mentira que muchos automovilistas argentinos todavía no conozcan bien de qué se trata, por eso en su momento hicimos esta nota.

En Europa, el ESP es obligatorio desde el 2011 para modelos nuevos y desde 2014 para todos los 0Km tanto para vehículos normales como para comerciales ligeros. En países como Estados Unidos, Canadá o Australia, esta obligatoriedad rige desde antes. En nuestro país, en 2013 el por entonces gobierno argentino firmó un acuerdo con las principales automotrices donde se comprometieron a implementar este sistema a partir de enero de 2018 en los modelos nuevos. Pero ahora, tanto desde el gobierno como desde las terminales se habla de una prórroga de 2 años en la obligatoriedad del sistema. ¿Las razones? Económicas.

¿Las razones? Económicas

El problema en parte es Brasil, ya que pareciera que para que el Mercosur funcione, tenemos que replicar las políticas económicas del país del norte, donde se prorrogó la implementación de este sistema para el 2020 para los nuevos modelos, y recién para el 2022 para todos los 0Km.

Y la otra parte del problema es que el Estado argentino, que debería preocuparse por la seguridad de los habitantes, parece más preocupado por la rentabilidad de los empresarios. No quiero entrometer mi subjetividad en ninguna de las palabras que siguen a continuación, simplemente les voy a compartir dos párrafos del comunicado que nos envió la Agencia Nacional de Seguridad Vial, ante nuestra consulta sobre su postura ante la eventual prórroga del ESP:

“La razón de esta prórroga a 2020 para la implementación del ESP para los nuevos modelos, radica en una necesidad regional de hermanar medidas para optimizar su ejecución. Las industrias de Brasil y Argentina están integradas, desde el punto de vista industrial y comercial, y para lograr una aplicación real de la disposición de implementación del Control Electrónico de Estabilidad, debe hacerse en conjunto y en base a políticas consensuadas. Existen varios  antecedente de aplazamientos en términos de implementación de elementos de seguridad pasiva, como el del año 2014 cuando el gobierno uruguayo decretó modificar plazos previstos en pos de una adecuada y ágil transición entre las condiciones previas y las exigencias del sistema que se instaura o la decisión de Brasil de prorrogar la implementación del ESP.

La industria automotriz argentina está integrada con la de Brasil, y así funciona por acuerdos preexistentes, desde al año 2001, a través de la Política Automotriz Común.  Es por ello que los cambios en la normativa se habían venido consensuando entre las industrias y las autoridades gubernamentales de ambos países, a diferencia de lo que  ocurrió a partir de 2013, cuando Argentina comenzó a tomar decisiones unilaterales, generando incertidumbre e imprevisibilidad.”

“¿Incertidumbre e imprevisibilidad?” ¿Para quiénes? ¿Para los empresarios o para nosotros? Si este comunicado nos hubiese llegado desde la Secretaría de Comercio o desde alguna automotriz, sería (aunque discutible) más comprensible, pero no, esta es la postura del Estado argentino a través de la Agencia Nacional de Seguridad Vial.

La “necesidad regional de hermanar medidas para optimizar su ejecución” a la que se refiere el comunicado no es nada más que el beneficio que tiene una terminal de poder importar un auto de Brasil tal como está, sin agregarle nada. No estamos hablando de un dispositivo de seguridad exótico, sino de un módulo que muchísimos autos de fabricación nacional y brasileña ya incorporan, aunque generalmente sólo en los modelos más caros, dejando el mayor volumen de ventas (y personas) sin este sistema.

No estamos hablando de un dispositivo de seguridad exótico

Por otro lado hay varias organizaciones en contra de esta prórroga, como Latin NCAP o la misma Federación Internacional del Automóvil (FIA Región IV - Lationamérica), que nos recuerda que el ESP fue recomendado en 2012 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), para ser integrado en la fabricación de automóviles en todo el mundo.

Leandro Perillo, Gerente de Movilidad y Políticas Públicas de FIA Región IV, sostuvo: “La importancia de la seguridad vial y el compromiso en la prevención de muertes por accidentes de tránsito parece estar ausente en estos debates en nuestro gobierno. La industria automotriz debe ser consciente de las implicancias de este cambio y las autoridades argentinas como la Agencia Nacional de Seguridad Vial deben entender la importancia que tiene una tecnología de seguridad que ayuda al conductor en situaciones adversas y salva casi tantas vidas como el cinturón de seguridad.”

Es un hecho que la demora en la implementación del ESP aumentará los muertos en accidentes de tránsito en Argentina, pero por otro lado mantendrá en calma las finanzas de las empresas. El sistema económico que rige en el mundo actual mide el progreso en ganancias, no en vidas salvadas, y ahí es donde el Estado tiene que hacerse presente.

El ESP no es algo tan nuevo y este anuncio te lo demuestra

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