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Test drive

Prueba: Chevrolet Celta LT 3 Puertas, ideal para primerizos

El sucesor del Corsa busca continuar el legado popular, pero con mayor madurez que su antecesor.

Prueba: Chevrolet Celta LT 3 Puertas, ideal para primerizos
Presentación

Luego de una larga vida, el Chevrolet Corsa finalmente cedió su lugar a un sucesor, el Celta. La clave se encuentra en la separación entre GM y Suzuki, que permitió a la casa del Moño traer de Brasil (donde es producido) el Fun, pero con su nombre y marca originales. Así el Celta renueva la apuesta como modelo compacto y económico de acceso al 0 km. 
 
Aquí probamos la versión más equipada LT con el único motor disponible, 1.4L 8V de 92 Cv, aire, dirección, estéreo con Bluetooth y llantas de aleación (opcional), pero sin levantavidrios, cierre (presente en el 5 puertas) y espejos eléctricos.
 

Carrocería y cabina
 
Estéticamente, el Celta produce un fuerte déjà vu ya que lo conocimos hasta hace poco como Suzuki Fun. Igualmente se destaca el marco de las puertas curvo, los guardabarros posteriores formando caderas sobresalientes y a la renovada parrilla que no solo muestra el moño dorado, también se acerca al nuevo estilo internacional de la marca, en forma de escudo.
 
Si no tuviéramos en cuenta la existencia de la segunda generación del Suzuki Fun, la cabina del nuevo Chevrolet Celta representa un salto de calidad respecto del Corsa, un modelo al cual ya se le notaban los años, no solo en el diseño, también en la matricería de algunas piezas.
 
Dicho esto, el Celta se mueve según los cánones del segmento, es decir ofrece plásticos duros al tacto, pero presenta buenos empalmes y el conjunto luce bien “atornillado”. Se agradece la textura de las superficies y la porción de tela en las contrapuertas. 
 
El diseño general del interior luce armónico, es anatómicamente correcto y práctico con algunos porta objetos y decorados metalizados, destacándose el gran aplique del volante. Contrasta el estéreo de botones pequeños y solo 2 parlantes, que compensa con entradas Aux, USB y Bluetooth. Un gran acierto es el cuadro de instrumentos con fondo negro y retroiluminación azul que luce moderno.

 

La posición de manejo no es la más idónea con el volante algo lejano e inclinado, obligando a enderezar el respaldo. El asiento muy alto deja la cabeza cerca del parasol, aunque ayuda a una correcta visión del entorno apoyada por grandes retrovisores externos. En marcha todos los controles -dirección, palanca de cambios y pedalera- hacen su trabajo correctamente.
 

Dinámica
 
El 1.4L se muestra alegre, apoyado por relaciones de cambio cortas, entregándole buen “pique” en ciudad y correctos tiempos de sobrepaso en ruta. Al igual que el Corsa, a 130 km/h (125 km/h reales) viaja “enroscado” a 4.000 rpm, pero la gran diferencia es una mayor aislación acústica respecto de la mecánica, tornando los viajes largos más agradables. 
 
Si bien no se buscó medir la velocidad máxima, el mejor registro arrojó 162 km/h reales, cercano a los 170 km/h declarados por Chevrolet. En solo un par de intentos, también se rondaron los parámetros oficiales de aceleración, con menos de 12 segundos para el 0 a 100 km/h.
 
En cuanto al chasis, a partir de 120 km/h comienza a requerir cierta atención constante sobre el volante y se muestra sensible a los vientos cruzados. La contrapartida es el buen confort en ciudad. En curvas cerradas, se inclina invitando a no exagerar y el acotado torque raramente quitará adherencia al tren delantero, aún “abriendo” todo el acelerador.
 

Conclusiones
 
El Chevrolet Celta es un conocido que se renueva y ataca al público primerizo con un estilo más moderno y mayor confort que el Corsa al que reemplaza. No es objeto de deseo, pero si cumplirá el deseo de muchos argentinos que buscan el objetivo de alcanzar su 1° 0 Km.

 

Nuevo Chevrolet Celta

Hernando Calaza / Fotos: Hernando Calaza recomienda