Sin lugar a dudas este es uno de los vehículos más exóticos y exclusivos que hemos tenido en Autocosmos y es un verdadero placer incluirlo en este COMPROMISO de brindar la prueba de un deportivo por día hasta fin de año.
Seguramente muchos se preguntarán ¿qué tiene de exclusivo un Fiat 500?
Empecemos por el principio, no se trata de un simple Fiat 500, se trata de la versión Abarth, que de serie ofrece la nada despreciable cifra de 180 caballos de poder, a eso debemos sumarle que se trata de una de las 1.695 piezas que construirá Fiat entre 2010 y 2013 en conmemoración a dos importantes hechos, el primero es para recordar al famoso Fiat 695 Abarth SS (Sprint Speciale) de 1963 y el segundo, para hacerle un tributo al Commendatore, Enzo Ferrari.
La historia de este auto original es tan larga e icónica como lo es nombre completo del Fiat 500 Abarth 695 Tributo Ferrari, que bajo su capot oculta un eficiente motor T-Jet de 1.4 litros turbo, que está acoplado a una transmisión de accionamiento semiautomático al más puro estilo del Ferrari 360 Modena denominada MTA Abarth Competizione, dicha transmisión es robotizada con cambios en el volante (Manual Transmition Automated) que envía la tracción al eje delantero.
Cuando uno observa con detenimiento este Fiat 500 se percata de que se trata de una pieza verdaderamente especial, a primera vista resaltan las franjas grises que recorren toda la carrocería y contrastan con el color rojo Corsa (el mismo tono que usa Ferrari en sus modelos de serie) en conjunción las llantas grafito de 17 pulgadas que en su interior albergan unos enormes frenos de disco en las cuatro ruedas. Observando con más detalle podemos ver que la óptica delantera no es de vulgar halógeno, se trata de unidades de xenón. La parte frontal también es distinta, la zona del radiador es más abultada, al más puro estilo del 695 SS de 1963 y los escudos del escorpión emblemático de Abarth están presentes en cada uno de los flancos del "Cinquecento".
Interior
Al abordar el 695 Tributo Ferrari, me doy cuenta que aquellos interiores insulsos y austeros del primer Fiat 500 que manejé se quedaron en el olvido, aquí me recibe un tablero de fibra de carbono y el volante está forrado en cuero y cuenta con una fina costura con los colores de la bandera italiana en la parte interna. Algo que me dejó asombrado fue el par de asientos delanteros, se trata de dos "buckets" hechos en fibra de carbono firmados por Sabelt, empresa dedicada a la fabricación de implementos para autos de carreras, aquí es donde uno se empieza a dar cuenta del talante deportivo del Tributo Ferrari.
¡Otra sorpresa! ¡No hay palanca de cambios!, en el lugar destinado, hay una tapa de… adivinaron fibra de carbono, con cuatro botones: 1, R, N A/M, que actuan como el selector de la transmisión, es decir, si uno quiere realizar una maniobra, por ejemplo, en reversa, con el auto completamente detenido se pulsa el botón R y en fracción de segundos la "caja" engrana marcha atrás, para accionar los cambios hacia adelante, hay que presionar el botón marcado con el 1 y luego seleccionar si se quiere un funcionamiento totalmente automático o de accionamiento manual pulsando el botón A/M.
¿Le parece interesante este raro vehículo? ¡Aún no llegamos a lo más interesante!
Este Fiat 500 Tributo Ferrari es el número 0636 de los 1.198 que fabricaron en Rojo Corsa, recuerden que también Fiat lanzará 299 autos color amarillo Modena, 99 azul Abu Dhabi y por último 99 en color gris titanio, con lo que nos da un gran total de 1.695 que se comercializan entre el 2010 y el 2013.
El Fiat 500 Abarth fue sometido a un trabajo de mejoramiento y severas modificaciones mecánicas por el preparador italiano Romeo Ferraris (que no tiene ninguna relación con la marca Ferrari). El "tuner" que preparó este pequeño misil italiano lo dotó de una potencia inverosímil, 260 CV, así es 80 caballos extra, casi la potencia de un Fiat 500 "normalito"
¿Cómo lo consiguió?
El motor recibió un trabajo en la cabeza, válvulas de mayor diámetro, nuevos asientos de válvulas, pistones forjados de competición, inyectores de combustible más eficientes, modificación del sistema de inducción al turbo, una nueva reprogramación de la unidad de mando (ECU) y un nuevo sistema de escape dual con convertidores catalíticos de alto flujo. La transmisión MTA recibió un embrague reforzado, para soportar el incremento de poder y a la suspensión se le adicionó un sistema de "coil overs" completamente ajustables, en dureza como en altura y el sistema de frenos Brembo recibió discos perforados.
¿260 caballos de fuerza en un vehículo de 1.070 kilos? eso nos entrega una relación peso/potencia muy interesante y dadas las dimensiones contenidas del 500 el manejo prometía ser una experiencia, de esas que uno se acuerda toda la vida.
Tras el volante
En severo tránsito citadino hace que resalten todos los defectos del monstruo creado por Fiat y mejorado por Romeo Ferraris, el turbo tiene un retardo que puede medirse con un reloj de arena, la transmisión robotizada es sumamente brusca, los hermosos "buckets" de fibra son incómodos, demasiado duros y la suspensión rígida hace que mis riñones sientan todas y cada una de las imperfecciones del camino.
En ruta, con el camino despejado, el comportamiento del 695 se nota más dócil, pero sin perder esa sensación de ansiedad (del auto y del que lo conduce) ya que a las órdenes del pie derecho hay mucha fuerza queriendo salir al menor escarceo con el acelerador.
La aceleración es brutal y completamente lineal en el momento que se dispone de presión en el turbo, la aguja del velocímetro sube alegremente hasta niveles que nadie se espera, cercanos a los 230 km/h, la suspensión hace su trabajo impecablemente -siempre y cuando la superficie sea lisa y tersa- se podía pensar que es un auto nervioso, ya que el bajo peso y las dimensiones reducidas pueden no ser buenas aliadas de los 260 CV, pero gracias a la buena puesta a punto y la correcta elección del ancho y perfil del caucho, esas dimensiones contenidas de 2.3 metros para la distancia entre ejes y el 1.4 metros de ancho de vía hacen que el manejo sea seguro y confiable, al grado que uno no parece darse cuenta de lo rápido que se va.
La pista es el hábitat natural del este auto, el manejo es completamente deportivo, en rangos bajos simplemente no se desempeña bien, pero en la banda media y alta del tacómetro el Tributo Ferrari florece y hace que el conductor anhele una zona sinuosa en donde llevar su "juguete" de más de 100 mil dólares al limite.
Sí, leyeron bien, un Fiat 500 Abarth 695 Tributo Ferrari, preparado por Romeo Ferraris tiene un precio de u$s 107.000. ¡Es más caro que un M3! ¡Lo vale!.
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Agradecemos al Autódromo Moisés Solana, en Pachuca de Soto, Hidalgo, por las facilidades otorgadas para la realización de este artículo.
Fiat 500 Abarth 695 Tributo Ferrari