La agencia de noticias Reuters dió por sentado que el próximo smartphone de la manzana cambiará su conector de 30 pines a 19. Esto permitiría reducir su tamaño y eventualmente compartir la parte inferior del teléfono con la entrada de auriculares.
El problema es, que de materializarse este atentado a la conectividad, un gigantesco número de componentes quedarían desactualizados. Entre ellos, se encuentran los conectores integrados exclusivos para iPhone que equipan a ciertos modelos de Kia, Hyundai, Nissan, Audi y Volkswagen.
Por otro lado, automotrices como BMW, Ford y Honda utilizan estándares de entrada USB, por lo que la adaptación simplemente residirá en la compra de un nuevo cable. En el caso particular de Ford, gracias a su sistema SYNC de sincronización inalámbrica, la compatibilidad estaría asegurada con una actualización del sistema operativo.
Adicionalmente, gran parte de los vehículos actuales ofrecen la posibilidad de sincronizar las funciones del smartphone vía Bluetooth, el cual cuenta con una velocidad de transferencia menor comparada con un cable y funciones mucho más limitadas, pero así todo resultaría una última opción útil y práctica.