Natal, Brasil. Viajamos hasta el noreste del país vecino para manejar por primera vez la nueva EcoSport, el primer contacto a nivel mundial con la segunda generación del SUV compacto desarrollado en Brasil que ahora es global, alcanzando más de 100 países desde sus cuatro centros de producción que suman a India, China, y Tailandia.
Ya te contamos mucho sobre el modelo la última vez que lo vimos en Bahía algunos meses atrás, por eso nos vamos a concentrar en su dinámica y cualidades que tiene que ver con la vida a bordo en estas primeras impresiones luego de conducir por los caminos de Brasil, algunos modernos, amplios y rápidos, otros internos, con carriles únicos y asfaltos en estado de destrucción avanzada.
Interior
El diseño interior corresponde con la unidad de pre serie vista en Bahía, también emparentado con el nuevo Fiesta, pero con los cambios necesarios para acompañar esta silueta. Una de las grandes diferencias con el hatchback están en los plásticos, aquí no hay materiales blandos al tacto, pero en general la calidad percibida es alta y la solidez del conjunto queda fuera de discusión. Otra diferencia es el climatizador automático que ocupa el mismo lugar que el manual del Fiesta.
El espacio a lo ancho corresponde a un vehículo del segmento compacto, con buena sensación de amplitud adelante gracias al parabrisas lanzado, que además ayuda a conseguir un CX de 0.365, 11% menor que la EcoSport que reemplaza. En las plazas posteriores hay excelente espacio para las piernas y cabezas de dos adultos de 1.75 m sentados detrás de dos personas de la misma altura. Inclusive, Fabricio Oberto, basquetbolista de la NBA invitado por Ford, con sus 2.08 m de altura, pudo conducir la SUV sin quejarse.
Los respaldos de las plazas traseras pueden reclinarse en 4 puntos aumentando el confort. Además hay una toma de 12V del lado derecho del asiento posterior, se puede acceder al baúl gracias a la luneta de tela retráctil y Ford declara que hay 20 espacios porta objetos distribuidos por la cabina.
Equipamiento y seguridad
Inicialmente la nueva EcoSport se ofrecerá en Argentina con dos motores, transmisión manual y cuatro niveles de equipamiento, S, SE, FreeStyle y Titanium, los cuatro en la versión 1.6L y a partir del segundo en la 2.0L. Las otras novedades mecánicas las explicamos más adelante en esta misma nota.
No vamos a hacer un recorrido por todos los elementos que trae la nueva EcoSport en sus versiones pero hay que resaltar el sistema SYNC de serie en todas. Se trata del dispositivo de sincronización de aparatos por Aux, USB y Bluetooth que se puede controlar desde el tablero con botonera estilo celular y pantalla de 3.5” o por comandos de voz. Otros componentes destacados incluyen sensores de estacionamiento posteriores, de lluvia y crepuscular, acceso y encendido sin llave, espejo interior fotocromático y HLA, asistente de arranque en pendientes. El remate lo aporta el delineado por LEDs de las ópticas delanteras.
En seguridad hereda la estructura del nuevo Fiesta incluyendo el uso de aceros de ultra alta resistencia y aleaciones con boro que aumentan la rigidez y capacidad de absorción de impactos. De serie, todas las EcoSport cuentan con doble airbag frontal, ABS, cinco apoya cabezas y misma cantidad de cinturones de 5 puntos, casi un lujo en los equipamientos de los modelos compactos made in Mercosur. En la versión top además hay ESP y 6 airbags.
Posición de manejo
Alcanzar la posición de manejo correcta en la nueva EcoSport es simple gracias a las regulaciones en altura para butaca y columna de dirección que también suma ajuste en profundidad. Subidos a la versión más equipada, Titanium, el volante ofrece grip anatómico y las secciones laterales en cuero. Detrás del aro se aprecia un cuadro de instrumentos casi idéntico al del nuevo Fiesta KD, con dos medidores de aguja de marcos aguzados y una pequeña pantalla en el centro, que en la versión probada incluye computadora con 5 funciones.
Otra gran diferencia con el hatchback es la altura de manejo, con posición dominante propia de un SUV y buena visibilidad apoyada por los inmensos retrovisores externos. Solo en las diagonales se complica por los gruesos parantes, tanto delanteros como posteriores. Las butacas son cómodas y envolventes, con tapizado textil en la versión 1.6L 16V a la que nos subimos, y de cuero en la 2.0L 16V de 143 CV.
En marcha
Acceder y encender a la versión más equipada solo requiere tener la llave en el bolsillo y apretar los pequeños botones en las grandes manijas de las puertas y el de “Power Ford” el costado del cuadro de instrumentos. Una vez en marcha se aprecia la buena insonorización, que mantendrá la cabina libre de ruidos provenientes del motor, del viento y del asfalto, aún circulando a velocidades superiores a las permitidas legalmente, un dato destacado de la nueva EcoSport.
El pequeño 1.6L pertenece a la familia Sigma en su variante I, igual a la del Focus, que ofrece 110 CV y está asociado a una caja manual de 5 relaciones. La versión 2.0L se acopla a una transmisión idéntica y habrá que esperar al Salón de San Pablo para la presentación en Brasil de la automática Power Shift (doble embrague) de 6 relaciones, que llegará a Argentina en 2013. También habrá que esperar al año próximo para ver la versión 4x4 con caja manual de 6° y la diesel con un nuevo 1.5 TDCi 8V de 90 CV proveniente de Europa.
En marcha se nota que el nuevo 1.6L necesita escalar sobre las 2.500 rpm para comenzar a dar una entrega más consistente y se siente más vivo cerca de los 4.250 giros, cuando entrega su torque máximo de 153 Nm. En ciudad tiene suficiente empuje, pero habrá que calcular bien en un sobrepaso en ruta con toda la familia a bordo, recurriendo a la selectora para mantener el motor en su momento óptimo.
Respecto de las suspensiones, se notan firmes pero sin salir de un margen de confort. La Ecosport se mantiene bien plantada a velocidades legales y tanto el rolido como el balanceo de la carrocería se sienten correctos para un vehículo de su altura. Las cubiertas de la unidad probada son Pirelli ATR, de uso mixto, en medidas 205/60 calzadas en llantas de aleación de 16”.
La dirección cuenta con asistencia eléctrica que ayuda a ahorrar combustible. Normalmente estos dispositivos roban sensibilidad al conductor, en este caso, no es híperrealista, pero se agradece la ligereza a baja velocidad y el endurecimiento en ruta. Además tiene la virtud de poder corregir hasta cierto punto la deriva producida por la inclinación de los caminos y absorber vibraciones facilitando una conducción más relajada.
Conclusiones
La nueva EcoSport ha superado terriblemente a su antecesora, tanto en estilo, como en calidad y equipamiento. Luego de conducirla casi 100 km por Brasil podemos asegurar que además es mucho más refinada. Por el lado negativo, podemos mencionar la falta de una caja de 6°, más acorde a un modelo con toda su modernidad, y la poca respuesta en ruta del 1.6L.
Sin embargo, más allá de todas las especificaciones, lo más sorprendente de la nueva EcoSport fue el silencio de marcha a altas velocidades, comparable con el segmento siguiente. Esto habla de un auto de última generación que aprovecha la capacidad de Ford para crear y producir en la región modelos de calidad global.
Habrá que esperar a su desembarco definitivo en Argentina, para probar a fondo sus cualidades dinámicas. La fecha de llegada al país está pautada para el último trimestre del año, aunque Ford no ha querido especificar fechas. Respecto de sus precios, la marca ha decidido no hacer comentarios, aunque seguramente siga el posicionamiento del nuevo Fiesta KD, al menos en las versiones más equipadas.