Además de su equipo de F1 y de los deportivos de serie, con la actual producción del 12C, el fabricante inglés posee una división especial denominada McLaren Special Operations (MSO), que se encarga de diseñar y construir vehículos únicos según el capricho de sus excéntricos y millonarios clientes. El último ejemplo es este X-1 que se presentará en el concurso de elegancia de Pebble Beach.
Tomando como punto de partida al actual 12C, solo comparte su V8 bi turbo de 625 CV y la estructura monocasco de fibra de carbono. El resto es específico para el X-1, que inclusive es más largo y ancho que el modelo sobre el que se basa.
El proyecto del X-1 tomó casi 3 años para concretarse, de los cuales 18 meses fueron destinados solo a su diseño. El desafío provino de parte del cliente, feliz poseedor de un McLaren F1, un Mercedes-Benz SLR McLaren y un 12C, quien solicitó una estética que reflejara “elegancia clásica y atemporal”.
La principal complicación provino de la ubicación posterior del motor, ya que todos los autos con ese tipo de belleza sin tiempo poseen el impulsor en el frente. Para lograr una respuesta satisfactoria, los diseñadores ingleses tomaron como inspiración imágenes del mundo automotriz, de la arquitectura -como el museo Guggeenheim- e inclusive del cine donde se incluyó una foto de Audrey Hepburn.
El resultado final es el X-1, un superdeportivo elegante con toques retro, como las ruedas posteriores carenadas, luneta cóncava, cintura que envuelve la cabina y carrocería en carbono laqueado para que brille como las teclas de un piano.
El interior se destaca con su tapizado en cuero Nappa rojo y las piezas realizadas piezas realizadas en metal maquinado y biseles de aluminio auténtico.
Teniendo en cuenta que el resultado se parece a un elegante Batimovil, ¿habrá sido el excéntrico multimillonario Bruce Wayne, el hombre que encargó este modelo único?