El constante crecimiento del parque automotor y la consiguiente saturación de las vías urbanas está generando que las principales automotrices diseñen nuevas alternativas de movilidad. Ya no se trata de los conocidos City car que en antaño fueron tan necesarios para la reconstrucción económica de Europa en la posguerra ni de los compactos modelos japoneses de los setenta nacidos de una necesidad económica; ni mucho menos de los sofisticados vehículos compactos ofrecidos durante los últimos años que apelan más bien a la individualidad; sino que hoy hablamos de una necesidad imperativa por ofrecer un vehículo que nos transporte en forma segura, económica y, por supuesto, que sea muy fácil de estacionar.
Es así como nació el Renault Twizy, una especie de moto con techo y que hoy es replicada en su concepto por la japonesa Honda con el Micro Conmuter. Si bien se mantiene en la categoría de prototipo, el proyecto está cada vez está más cerca de hacerse realidad. Las primeras prurebas del Micro Commuter definitivo se realizarán en el primer trimestre de 2013.
El Honda Micro Commuter mide sólo 2.5 metros de largo; es decir, casi 200 milímetros más pequeño que un Smart ForTwo y con 1.25 metros de ancho, también es 309 mm más estrecho. Además, su peso no llega a los 400 kg.
La configuración del interior del Micro Commuter reproduce la de su rival, el Renault Twizy, con un asiento frontal y dos asientos para niños detrás. Opcionalmente, se pueden sustituir las dos plazas traseras por un solo asiento para un adulto.
Al conectar una tablet en el centro del panel frontal, esta funciona como cuadro de instrumentos, proporcionando también una pantalla para el navegador y la cámara de visión trasera. La energía para este dispositivo se obtendrá mediante un panel solar en el techo y Honda ya trabaja en que la energía solar contribuya también al rendimiento del motor.
El motor eléctrico del Honda Micro Commuter permitirá hasta 60 kilómetros de autonomía con una recarga completa de sus baterías de litio-ion, trámite que lleva menos de tres horas. Para lograr la homologación de cuatriciclo que busca Honda, la potencia no superará los 20 CV, mientras que la velocidad máxima se quedará en 80 km/h.
Su arquitectura reproduce una estructura de sandwich, en la que la batería, el motor y la unidad de control se encuentran bajo el suelo y en la parte trasera del vehículo, lo que deja espacio para otros sistemas en el resto del habitáculo.