Viajar con la familia es una de las actividades más gratificantes que podés realizar y más aún si estás acompañado de tus hijos. No obstante, puede llegar a ser incómodo, frustrante o fastidioso si el trayecto es largo, ya que los más pequeños son inquietos y disfrutan más jugar a cualquier otra cosa que ir encerrados en un auto por horas. Puede pasar que empiecen a llorar, a gritar o hacer cualquier cosa indebida que no se debe hacer en un auto, provocando una serie de consecuencias tanto peligrosas distractivas para el conductor.
Por esta razón, a continuación te damos cinco tips para viajar con niños y hacer de ese trayecto un viaje inolvidable y placentero.
1. Preparalos antes de salir
Así como te preocupás de que el auto esté en buenas condiciones antes de viajar, los niños también tienen que estar preparados. Una buena comida asegura que más tarde no tengan hambre, aunque llevar algún tentempié en el viaje siempre es una buena opción. También es importante contar con un botiquín de primeros auxilios por si hay mareos o algún raspón. Si generalmente son muy inquietos, una buena idea es despertarlos temprano y hacerlos participar de los preparativos del viaje. Luego, es muy probable que duerman durante el trayecto, evitando así su aburrimiento y ocasional disgusto.
2. Llevá muchos juguetes
Todo niño necesita distraerse a bordo del auto y una buena manera de entretenerlos es con sus juguetes. Es importante que los juguetes no requieran de mucha movilidad, ya que los chicos se deben mantener en las plazas traseras y con el asiento de seguridad.
Al estar ocupados jugando, te permitirá poner más atención al camino y minimizar el riesgo de un posible accidente por distracción. En EE.UU, estudios revelan que el 25% de las causas de los accidentes son porque el conductor se despistó atendiendo a los niños que viajan en el asiento trasero.
3. Hacé paradas especiales
Muchas veces, el principal objetivo es llegar a nuestro destino de la manera más rápida, pero al viajar con niños es otra historia. Al ser más pequeños, sus necesidades son diferentes a las de un adulto. Ellos necesitan distraerse, tomar aire, estirar las piernas y conocer el mundo.
Es importante que durante tu viaje -y más en uno largo- además de la clásica parada a cargar combustible hagas otras para comer algo, pasear por algún lugar pintoresco o jugar en alguna plaza de pueblo. Es muy importante que los chicos puedan interactuar con ambientes que le son extraños o gente de otros lares. Ver cómo interactúan con chicos de su edad, o enseñarles a trepar un árbol es también gratificante para los padres.
4. Premiá su buen comportamiento
Si después de viajar un buen rato los chicos se aburren con sus juguetes, seguramente van a empezar a estar inquietos. Un buena manera de mantenerlos tranquilos y evitar que te hagan pasar un mal rato mientras manejás, es prometerles un premio por su buen comportamiento en la próxima parada que hagas. Aplicar un poco de conductismo pavloviano puede ayudar a que los chicos viajen calmados con la ilusión de que les compres una pelota o lo que sea, si bien no es el método más saludable a tu bolsillo, es uno de los que mejor funciona.
5. Creá un libro de recortes
Guardar recuerdos de un evento familiar tomando fotos es algo tradicional. Sin embargo, algo en que puedes hacer partícipes a tus hijos es crear un libro de recortes del viaje o aventura. La idea es asignar a cada uno una actividad según sus gustos y capacidades de la cual se hagan responsables, por ejemplo uno tomará fotos, otro deberá recordar –si se puede, dibujar o escribir- qué se hizo cada día como una especie de diario. Un tercero puede coleccionar recuerdos, souvenirs o cosas únicas del lugar que se haya visitado, por ejemplo un caracol, piedras o una hoja de pino. Algo memorable no tiene que ser algo que hayas comprado. Después cuando estés en casa podrán admirar y recordar ese viaje familiar de una manera diferente y especial.