Uno de los más grandes íconos estadounidenses cumple 60 años en el 2013 y qué mejor forma de celebrarlo que con la presentación de la septima generación del mencionado ícono.
Aquí te llevamos al pasado y te mostramos un poco de la gran herencia de uno de los vehículos que más le ha aportado a la industria automotriz en Estados Unidos.
La primera generación se develó en 1953, cuando un sensual biplaza fue presentado en el marco de una exposición itinerante que General Motors llamó "Motorama" y que recorrió el país del norte a lo largo y a lo ancho con un innovador concepto muy adelantado a su época que marcó las bases para los modernos Salones del Automóvil que empezaron ser populares en la segunda mitad del siglo pasado.
El Corvette C1, además de presentar un diseño que emulaba aquellos roadsters de origen británico y de los cuales los soldados estadounidenses se habían enamorado durante sus largas jornadas europeas en la posguerra, mostraba al mundo un ligero y moderno material de construcción para la carrocería, la fibra de vidrio. Atrevido, innovador, audaz y moderno, así miraron todos al Corvette, bautizado de esa forma en honor a las Corbetas de la Armada estadounidense de ese entonces, unos buques bien armados, letales, rápidos y confiables.
La fibra de vidrio ha sido una constante en todas las generaciones del deportivo netamente estadounidense, empezando con una construcción artesanal en sus inicios, para continuar utilizando dicho material, ahora procesado con técnicas aero-espaciales.