Chevrolet inició su historia allá por 1911, cuando Louis Chevrolet, un piloto de carreras franco-suizo y el ingeniero francés Ettienne Planche, formaron la Chevrolet Motor Car Company, contando con el apoyo financiero del empresario William C. Durant, uno de los socios fundadores de General Motors en 1908 y que más tarde recuperaría su lugar en el grupo gracias al éxito de esta empresa.
A lo largo de las décadas, Chevrolet ha sido una de las marcas insignia de la industria norteamericana, desarrollando varios modelos emblemáticos que se ganaron un lugar en el olimpo automotriz. Desde vehículos enormes hasta deportivos purasangre, en este Top 10 hicimos un recuento de sus mejores exponentes en la industria, como así también de algunos modelos que dejaron su huella en nuestro país.
Chevrolet Suburban
Una histórica de la marca. Lanzada en 1935, esta camioneta es el modelo que se ha fabricado de forma ininterrumpida por más tiempo en toda la industria automotriz y que aún se encuentra en producción; siendo, según Chevrolet, la que inauguró la denominación de SUV. En sus comienzos contaba con un motor de 6 cilindros en línea con 60 CV y lugar para 8 pasajeros que podía transformarse en un gigantesco espacio de carga quitando los asientos, (de ahí su denominación Carryall, "llevalo todo") y una carrocería completamente construida en acero, montada sobre un chasis. Actualmente, la Suburban es una SUV grande con motor V8 de 5.3 L y 355 CV, que si bien se enfoca más hacia el lujo que al trabajo, continúa siendo fiel al lema "Carry-all" inaugurado hace 80 años.
Chevrolet Nova
Introducido al mercado en el año 1962, la misión del Nova era ser una opción económica en el segmento compacto de aquel entonces, donde competía directamente con el Ford Falcon. Con motores de 4 y 6 cilindros que rondaban el centenar de caballos, este vehículo de a poco fue ganándose un lugar entre los "picantes" de Chevrolet a medida que sus impulsores se fueron agrandando. Gracias a su bajo peso con respecto a la competencia, el Nova fué la elección de varios corredores de picadas, que no dudaban en reemplazar el impulsor de fábrica por los V8 de bloque pequeño que traían los Corvette. Chevrolet, sin perder el tiempo, introdujo estos motores en las siguientes generaciones del Nova, convirtiéndolo en otro de los modelos en albergar versiones SS. En Argentina, a la primera generación del Nova la conocimos como Chevrolet 400, mientras que la emblemática "Chevy" era nada menos que la tercera generación de este vehículo.
Chevrolet Silverado
Introducida al mercado en 1998 como reemplazante de las series C y K, la Silverado es la pick-up que rivaliza con la Serie F de Ford en el siglo XXI, siendo la camioneta de trabajo más vendida de la marca y sólo superada por su archirrival en el mercado estadounidense. Si bien oficialmente su historia comienza a finales del siglo pasado, la denominación Silverado data desde 1975, cuando servía para designar algunas variantes de las series C/K. Actualmente, la Silverado es una pick-up full size que se ofrece tanto con motores nafteros como Diésel, destacándose entre estos últimos la versión V8 Duramax de 6.6 L con 397 CV y 1.037 Nm de torque. En nuestro país, la marca fabricó la Silverado a finales de los 90, con la particularidad de lanzar una versión para el transporte de pasajeros denominada Grand Blazer, de poco éxito en el mercado.
Chevrolet Chevelle SS
Pensado en un principio para ser la opción predilecta de las familias de clase media en los EE.UU., el Chevelle se ofrecía como una opción más económica y cómoda al enorme Impala. Con espacio más que suficiente para 4 pasajeros y una motorización acorde pero que no se caracterizaba por su deportividad, el Chevelle se perfilaba para ser uno de los caballos de batalla de la marca al momento de su lanzamiento, en 1964. Pero este modelo no estaría en nuestra lista de no ser por la versión SS, con la que entró definitivamente en la categoría de los muscle cars. En la primera generación, el motor más grande era el "396", un V8 de 6.5 L que luego le dio paso (en la segunda generación, ya en la década de los 70) al impulsor más grande puesto hasta el momento en un Chevrolet: el LS-6 V8 "454" de 7.4 L con 450 CV y 677 Nm de torque, con el que el Chevelle podía hacer el ¼ de milla en alrededor de 13 segundos.
Chevrolet Camaro Yenko
La respuesta de Chevrolet al Ford Mustang fue el Camaro, un pony car que se popularizó enormemente, llegando a ser uno de los vehículos más representativos de la marca. Con una gran cantidad de versiones y motores que iban desde los 6 cilindros en línea con 140 CV hasta un V8 de 6.5 L y 375 CV, este modelo dio inicio a una familia de vehículos que se mantiene hoy en día. Pero en este caso hacemos foco sobre la versión del preparador Don Yenko, quien en el mismo año en que se lanzó el modelo (1967) se dio a la tarea de modificarlo ferozmente, incorporando el gigantesco V8 de 7.0 L del Corvette (denominado L-72, de 427 pulgadas cúbicas) con 450 CV, potencia suficiente para ser un auténtico auto de carreras, algo que Chevrolet no permitió ya que no estaba construido por ellos mismos, cosa que sí ocurrió con el Camaro COPO 2 años después.
Chevrolet Corvette C6 ZR1
El impacto que causó la versión ZR1 de la sexta generación del Corvette es difícil de describir. Quizás la recuerdes, a finales de 2009 Chevrolet anunciaba al vehículo más potente y veloz que jamás haya salido de su fábrica, una carta de presentación suficiente para captar toda nuestra atención. Con un paquete de tecnologías inédito como los frenos carbono-cerámicos, la suspensión magnética adaptativa y varios elementos de la carrocería en fibra de carbono, el ZR1 (o "Blue Devil" como se denominaba internamente al proyecto) elevó la vara para los demás superdeportivos norteamericanos. Pero más allá de estas características, uno de sus principales atractivos es su motor, un V8 con un compresor mecánico (visible desde el exterior gracias a un panel de policarbonato montado en el capó) con 6.2 L, 638 CV y 818 Nm de torque, que lo llevaba hasta los 330 Km/h., un récord para la marca.
Chevrolet Impala de 1959
La maximización del lujo. Cuando se lanzó el Impala en 1957, el predominio del Bel Air como el ejemplo de confort en la marca quedó destronado para siempre. Con estética de coupé, toneladas de cromo y una suspensión neumática que lo convertía en el vehículo de andar más suave del mercado, este modelo literalmente arrasó con las ventas en la década del 60. Tal como ocurrió con otros modelos de Chevrolet, el Impala también tuvo su versión SS, que incluía dirección asistida, frenos de mejor desempeño, retoques en la suspensión y el famoso V8 "409" de 6.5 L que alcanzaba los 425 CV en los dinamómetros. Si bien el modelo continuó su producción hasta nuestros días, (con impasses entre 1985 - 1994 y 1996 - 2000) destacamos el modelo de 1959, con sus características aletas sobresalientes y sus luces traseras en forma de ojo de gato, que en 1963 le darían lugar al panel de aluminio con las emblemáticas luces triples.
Chevrolet El Camino
Una de las siluetas más reconocibles de la marca. El Chevrolet El Camino salió al mercado para competirle al Ford Ranchero allá por 1959, aunque empezó a escribir su historia en letras grandes cuando en 1964 hizo su aparición la segunda generación, donde el modelo comenzó a basarse en la plataforma del Chevelle (que también figura en esta lista). En sus comienzos contó con impulsores normales para la época, como los 6 cilindros en línea y los V8 de bloque pequeño; pero más tarde, en la tercera generación, entró en escena la increíble versión SS, que escondía bajo el capó un V8 de 6.5 litros y en contados casos el colosal "454" de 7.4 L que entregaba 450 CV y 677 Nm de torque que también traía el Chevelle.
Chevrolet Bel Air de 1957
El modelo que cambió la concepción de los autos de Chevrolet en la posguerra, el rock & roll sobre ruedas. Introducido en el año 1949 y con casi 30 años de permanencia en el mercado, el Bel Air es un ícono no sólo de la industria norteamericana sino también de su cultura. En sus comienzos, la denominación Bel Air correspondía a los modelos de lujo, hasta que en 1953 se lo estableció como nombre para todas las versiones. Nosotros hacemos foco en la segunda generación, específicamente en el modelo de 1957, que fue el primero en introducir las aletas en el baúl sobre las luces traseras y en portar como opcional el V8 de 4.6 L que llegaba a los 283 CV gracias a un sistema de inyección de accionamiento mecánico. Típica postal del parque automotor cubano y de los primeros "rockabilly", este modelo enamoró y sigue enamorando a millones de personas en todo el mundo.
Bonus: Chevrolet 400 / Chevy / C-10
Tres modelos emblemáticos para el mercado argentino. El 400 se basaba en la primera generación del Nova y fué lanzado en 1962 en versión sedán, con un motor de 3.2 L de 106 CV. En su momento tuvo una buena aceptación por parte del público, que se incrementó en 1968 con la llegada de la versión Super Sport, con un motor de 4.0 L con 155 CV. Un año después, en 1969, hacía su aparición el modelo más emblemático de la marca en Argentina, la Chevy. Basada en la tercera generación del Nova, a la Chevy le alcanzaron los escasos 9 años que duró su fabricación para convertirse en leyenda. Para finalizar tenemos a la C-10, conocida en nuestro país bajo diferentes nombres: Apache desde 1960 hasta 1967, Brava desde 1967 hasta 1974 y simplemente C-10, desde 1974 a 1978. Si bien su denominación fue cambiando, su competencia feroz con la F-100 la llevó a ser la "chata" predilecta por los fanáticos del moño, convirtiéndose en un emblema entre los vehículos de trabajo de la marca en nuestro país.
Chevrolet Corvette C2 Stingray SplitWindow 1963
Para muchos, uno de los vehículos más hermosos que han sido fabricados en los EE.UU. La segunda generación del Corvette, (lanzada en 1963 y reemplazada por el C3 en 1967) fue la primera en ser probada exhaustivamente en un túnel de viento durante su desarrollo, otorgándole serias ventajas frente a su antecesor. Una de sus características más reconocibles es la luneta trasera dividida, solamente vista en el modelo de 1963 ya que luego fue retirada por motivos de seguridad, (dificultaba mucho la visibilidad) algo que convirtió a las 21.513 unidades construidas durante ese año en la figurita difícil entre los coleccionistas.