Los autos son más que simples medios de transporte, ya que están tan fuertemente ligados al placer, al status y al diseño; por eso no llama la atención que interactúen con distintos campos como los de la indumentaria, la decoración y el de los fumadores. Dentro del último grupo, aquí tenemos esta pipa de agua inspirada en la exclusividad de Bugatti.
Este aparato de aproximadamente 75 centímetros de alto está hecho a mano por el especialista Desvall utilizando titanio y fibra de carbono como en el Veyron de verdad, solo que en este caso el humo que emana no es del caucho luchando por encontrar agarre, sino de tabaco.
Estéticamente, podemos decir que no se parece a un narguile convencional, y que ante una primera mirada bien podría tratarse de un parlante Bang & Olufsen, o cualquier otro objeto que podríamos encontrar en la casa de un arquitecto ultra millonario que siempre usa polera negra.
La única contradicción que encontramos (además del precio de USD 100.000) es que, en esta época preocupada por las emisiones contaminantes de los escapes, se use el sello de una automotriz para una pipa. Aunque claro, esta pipa debe soltar menos gas que el 8.0 W16 con cuatro turbos y 1.001 CV del Bugatti Veyron.