WRC: Así se vivió el Rally de Argentina 2014 desde adentro

El Campeonato Mundial de Rally (WRC) es una de esas categorías históricas que nos toca de cerca en el corazón de los argentinos. Desde los años 80 que tenemos en nuestras tierras a una de las fechas más pintorescas y populares de todo el calendario; la provincia de Córdoba se revoluciona, los caminos se llenan de visitantes y a los cordobeses se les ilumina la mirada cuando te cuentan lo increíble que se siente ver pasar a los autos de cerca. Y doy fé que no mienten.

Empezamos el día con el privilegio de visitar el Parque de Servicios de Volkswagen Motorsport, gracias a la invitación de Volkswagen Argentina. Ubicados literalmente al lado de los mecánicos, pudimos observar con detalle los preparativos para recibir a los tres Polo R WRC de Ogier, Latvala y Mikkelsen. Cada mecánico tiene su propia caja de herramientas con su respectivo nombre y se ocupa de un sector específico del vehículo. Antes de que arriben las unidades se trabaja intensamente ordenando las piezas de repuesto, chequeando las herramientas y pintando las roscas con sellador. En el caso particular del mecánico situado en la rueda delantera derecha, vimos cómo cambió la cubierta, el sistema de suspensión completo, el semieje y parte de la trompa, todo eso en menos de 25 minutos. Al principio parecía una tarea imposible, pero el muchacho hasta tuvo tiempo de colaborar con la limpieza de la carrocería.

Ese mismo día, en el Parque Temático de Carlos Paz presenciamos el SSS 10 (Super Especial “Fernet Branca”) ubicados en un lugar exclusivo, el “Oasis Volkswagen”, la única área situada adentro del trazado, donde pudimos apreciar a las parejas de vehículos competidores en todo su esplendor. La lluvia y las intensas luces de los autos no fueron los mejores ingredientes para tomar buenas fotografías, pero proveyeron un contexto épico para grabar la experiencia en las retinas de los numerosos espectadores.

El domingo a la mañana fuimos hacia uno de los tramos más reconocidos mundialmente: El Cóndor-Colpina. La llovizna, el frío y la niebla espesa no fueron escarmiento para los fanáticos que acamparon hasta tres noches allí, copando cada espacio disponible en las rocas junto a las curvas. Fue ahí donde vivimos una de las experiencias más directas con el rally, ya que pudimos ver pasar a los autos derrapando con las cuatro ruedas a muy poca distancia. El sonido de los motores, el aliento incansable de los fanáticos y los trozos de barro bañándonos con cada pasada fue todo lo que necesitábamos vivir de esta competencia. Sin dudas se trata de una de las categorías más pasionales que corren en Argentina, integrando ya a esta altura parte del folklore de todo aquel que se digne a llamarse con orgullo “cordobés”.

La jornada finalizó con la entrega de premios, donde los pilotos confirmaron que uno de los condimentos más atractivos de esta fecha del WRC es el particular calor de la gente. Más tarde, en la conferencia de prensa los protagonistas respondieron a las preguntas de los medios nacionales y extranjeros para luego permitirse estar más distendidos, firmando remeras y tomándose fotos con los allí presentes. Particularmente me llamó la atención el carisma de Jari-Matti Latvala; uno se imagina a un finlandés frío y serio (¿estaremos mal acostumbrados al inmutable “Iceman” Raikkonen?) pero al acercarme pude descubrir por qué lo vitorea tanto la gente: Es un tipo con una sonrisa constante, con un andar atolondrado, como si su cuerpo de casi un metro noventa de altura le quedara grande. Bromeaba con sus compañeros, con sus competidores y hasta con la gente a la que no le entendía el idioma, el típico bonachón simpático. El francés Ogier, por su parte, se escabulló entre la multitud y no se lo vió más, quizás ya esté pensando en la próxima fecha en Italia, donde no dejará que los máximos laureles vuelvan a ser del segundo piloto del equipo.

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