La historia cuenta que en 2011, durante las eliminatorias para Brasil 2014, antes del triunfo 2 a 1 frente a Colombia, la casa del león le prestó a Alejandro Sabella un 508 color negro. Y como desde ese día el equipo la Selección Argentina no volvió a perder, el DT lo tomó como cábala, incluso, hasta lo manejaba antes de jugar los partidos.
Ante este panorama, Peugeot le propuso a Sabella que si ganaba el Mundial el préstamo se transforma en obsequio, con una única cláusula: nunca venderlo. El resultado ya lo sabemos, pero teniendo en cuenta que Argentina llegó a una final después de 24 años, Peugeot Argentina decidió regalarle el auto como homenaje y recuerdo del Subcampeonato conseguido en Brasil 2014.
Así, el viernes 18 de julio el préstamo de 3 años se transformó en el 508 de Sabella.