No hay que confundir, no es que el Vaticano permitió que los Porsches circularan por debajo del fresco de la creación de Miguel Ángel, sino que se les permitió utilizar el espacio en donde se lleva a cabo el Cónclave Papal. Es la primera vez en 600 años que efectúa un evento de esta naturaleza en la Capilla Sixtina y es producto de una nueva iniciativa del Papa Francisco para recaudar fondos para caridad.
El Porsche Driving Club fue a disfrutar de los bellos caminos y paisajes italianos en un viaje que se realizó del 14 al 19 de octubre de este año, cuyo costo fue de 4.590 euros, siendo la cereza del postre una cena y concierto de música clásica privados nada menos que dentro del famoso recinto ubicado en el Vaticano, que solo pudieron disfrutar 40 afortunados.
De acuerdo con las palabras del Monseñor Paolo Nicolini, Director de los Museos del Vaticano “La Capilla Sixtina nunca podrá ser alquilada porque no se trata de un lugar comercial, el sábado fue el debut de la iniciativa Arte para la Caridad, que está destinada a apoyar los proyectos de caridad del Papa Francisco y que está dirigida a grandes compañías. Con el pago de las entradas se contribuye a financiar los citados proyectos”.