La segunda parte del especial de Top Gear filado en Argentina y Chile abrió con el trio de presentadores dando el siguiente discurso:
Jeremy Clarkson: Bienvenidos a la segunda parte del especial de Top Gear, la parte donde todo sale mal
Richard Hammond: Cómo posiblemente ya hayas visto en el primer programa, estábamos rindiendo un homenaje al V8 manejando a través de la Patagonia desde Bariloche hasta Ushuaia, en Tierra del Fuego.
James May: Ushuaia es la ciudad de donde zarpó el crucero Belgrano al comienzo de la guerra de las Falklands (Malvinas) y como resultado los británicos no son demasiado populares aquí.
RH: En un intento de crear puentes, planeamos construir un estadio cuando llegáramos ahí y jugar un partido de Futbol con autos con un equipo argentino.
JC: Sin embargo, hubo un problema. Alguien en un sitio web de Argentina notó que la placa del auto que conducía era H982 FKL y se imaginaron que quizás sería una referencia a 1982 Falklands War.
Fuimos advertidos del problema poco después de arribar a Argentina, pero no había nada que realmente pudiéramos hacer. No se puede simplemente cambiar las patentes de un auto.
No obstante, desarrollamos un plan que solucionaría el problema cuando llegamos a Ushuaia. Desafortunadamente, como verás en el final de los que sigue, nunca nos dieron una chance…
Luego de esto el especial se desarrolló normalmente hasta la llegada del trio británico a Ushuaia. De pronto el capítulo se transforma en una suerte de documental donde muestra a los tres presentadores encerrados en un hotel, las charlas con las autoridades locales, la orden de dejar Tierra del Fuego y el convoy de la producción dirigiéndose hacia la frontera con Chile, escoltados por la policía local. Finalmente la caravana es apedreada, los tres autos del especial abandonados y el grupo de camionetas logra pasar a Chile cruzando por un rio para evitar entrar a Rio Grande donde más personas los esperaban.
Evidentemente, la edición es muy buena e intenta demostrar las buenas intenciones del equipo, y que la patente no fue adulterada para hacer una broma de mal gusto. Nosotros no vamos a emitir un juicio acá, preferimos escuchar tu opinión.