De acuerdo con cifras que dio a conocer la Policía Metropolitana de Londres, en 2014 fueron robados más 14.500 vehículos en la capital británica, esto significa que cada dos horas los amantes de lo ajeno se llevan tres automóviles.
Si bien es una cifra bastante alta, lo que más llama la atención de este registro es que más del 40 por ciento de estos vehículos, unas 6.000 unidades, estaban equipadas sistemas keyless o de encendido sin llave.
Al parecer la mayoría de estos robos son el resultado de delincuentes organizados que utilizan dispositivos de programación para crear duplicados de las llaves de los vehículos. En este caso los ladrones utilizan una terminal que descarga la información del vehículo a través del puerto OBD en una llave en blanco en cuestión de segundos y una vez hecha esta tarea, el vehículo puede ser accionado sin que se active la alarma.
Lo que es interesante es que los ladrones no se dirigen a vehículos lujosos sino a comerciales para ser desmantelados y vendidos en el mercado negro.