Para aquellos que pensaban que un automóvil personalizado ya no podía recibir una mayor dosis de tuning, este Chevrolet Corvette Stingray HPE700 por Rüffer Performance viene para demostrarlas que esto es posible.
Para muchos, el excepcional trabajo hecho por parte de Hennessey Performance para la séptima generación del Vette era suficiente, pero llegó este tuner alemán, (que por cierto es quien dirige la sede europea de Hennessey Performance) y le puso aún más pimienta a un vehículo picante.
En su momento, el preparador estadounidense tomó el ocho cilindros del Corvette para elevar su poder de 460 a 700 CV. Igualmente otros elementos como el sistema de frenos, suspensión, neumáticos fueron perfeccionados en la personalización de Hennessey Performance. Y por si fuera poco también fue dotado de un kit aerodinámico.
Así que no conformes con todo la anterior, los ingenieros de Rüffer Performance extrajeron un poco más de poder al motor V8 para obtener una potencia de 708 CV. Acto seguido pensaron en la carrocería del auto e idearon un nuevo paquete estético que consta de splitter delantero, faldones laterales, alerón y difusor trasero, además de conductos de aire en la parte trasera.
Hasta ahora parece ser que este trabajo de Rüffer Performance es el que más nos ha gustado de todos los hechos en el Corvette Stingray. ¿Vos qué opinás?