Tras haber vendido 450 unidades, la marca fundada por Ettore Bugatti se despide del Veyron en el Salón de Ginebra 2015 con el Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse La Finale.
A pesar de la poca rentabilidad que generó para el Grupo Volkswagen este superauto, será recordado en la eternidad al coronarse como el auto de producción en serie más rápido del planeta. Nunca antes un vehículo que estuviera a la venta al público había podido lograr una velocidad máxima como la que logró este Bugatti: 431.072 km/h.
Claro que para lograr esta cifra se necesitó de muchísimo poder. Sólo para refrescar la memoria, la versión más poderosa de este ultra-súper-hiper auto con un valor superior a los dos millones de dólares contiene una potencia de 1.200 CV y un torque de 1.498 Nm, cifras originadas de un motor de 16 cilindros y cuatro turbos además de permitirle sobrepasar los 400 km/h provocan una aceleración de 0 a 100 km/h en 2.5 segundos.
A lo largo de 10 años que estuvo a la venta el Bugatti Veyron, se produjeron 450 unidades de las cuales 300 pertenecieron al Veyron 16.4 con 1.001 CV, mientras que el resto corresponden al Veyron 16.4 Super Sport de 1.200 CV.
De esta manera, Bugatti dirá adiós al súper deportivo en el Salón de Ginebra 2015 reuniendo a dos de sus Veyron más emblemáticos, el del chasís número uno y el marcado con el 450 llamado Veyron Grand Sport Vitesse La Finale.