Al igual que todos los componentes de un automóvil, el asiento es un elemento que requiere de un intenso trabajo para su elaboración. Primero se tiene que elegir el tipo de espuma, el tejido, la estructura, e incluso, las puntadas en el bordado. Una vez creado también tiene que pasar por toda una serie de pruebas para garantizar su funcionalidad y resistencia.
Antes de ser instalado en el vehículo, la butaca es probada al máximo en los diferentes ensayos que realizan los ingenieros. Sin duda la más difícil es la climática, ahí se puede llegar a temperaturas de -30º a 80º. Por medio de este examen se garantiza que los asientos puedan aguantar las condiciones extremas.
Otra prueba a las que son sometidos los asientos de auto es la de una máquina que reproduce la entrada y salida de una persona sin cesar y el abatimiento de un asiento hasta 10.000 veces en menos de 12 horas.
Ya en los tests drive, los pilotos también son jueces del confort y funcionalidad del asiento. En ruta o circuito y en diferentes tipos de pavimentos se examina el comportamiento en la vida real.
¿Cómo será la butaca del mañana?
Se cree que en un futuro los conductores y pasajeros no tendrán que regularla de forma manual ni apretar ningún botón, sino que será un asiento inteligente que al sentarte ya detectará de forma automática la correcta posición en función de la morfología del usuario y su sensación de confort.