Invitados por General Motors al Salón de Detroit, la actividad arrancó un día antes de la apertura a la prensa del NAIAS (North American International Auto Show) cuando salimos a rodar por las calles de la ciudad norteamericana a bordo del nuevo Chevrolet Malibu.
Si bien aquí el nombre y el modelo no tienen una trayectoria, hay que recordar que la marca ya lo había mostrado la generación anterior en el país en el Salón de Buenos Aires de 2013 con perspectivas de traerlo al país, y ahora el nuevo Chevrolet Malibu tiene posibilidades de ingresar a Argentina para competir contra modelos como el Ford Mondeo.
Mecánica y seguridad
El nuevo Chevrolet Malibu es un sedán grande para nuestro mercado (y el más largo en su segmento en EE.UU.) con 4.922 mm de largo, 1.854 mm de ancho, 1.465 mm de alto y una distancia entre ejes de 2.829 mm. Sin embargo, la marca hace especial hincapié en la búsqueda de eficiencia de combustible con un trabajo especial en el chasis para lograr un peso contenido en 1.418 kilogramos. Este ahorro en la balanza está acompañado por dos motores de 4 cilindros con turbo, un 1.5L de 160 CV y un 2.0L de 250 caballos asociado a una caja automática de 8 velocidades que tuvimos oportunidad de manejar por Detroit.
En cuanto a seguridad, la marca colocó todo lo que tenía a su disposición, desde 10 airbags hasta todo tipo de asistente como la alerta de colisión frontal, detector de peatones, aviso de cambio involuntario de carril y el monitor de punto ciego, muy útil durante nuestro trayecto ya que nos avisó de muchos vehículos “invisibles” que se aproximaban por detrás nuestro.
Diseño e interior
El nuevo Chevrolet Malibu luce moderno y con la estética propia de los Chevrolet, especialmente en la parte superior del frontal con una suerte de labio en forma de flecha que remite directamente al nuevo Camaro. Acompaña un trabajo pulido de superficies y el remate al estilo fastback, es decir que si bien tiene baúl convencional, los pilares posteriores se estiran hacia la zaga y la tapa está inclinada hacia abajo.
Puertas adentro se aprecia un diseño elegante con decorados metalizados e insertos en símil madera clara muy bien logrados. La calidad percibida no está a la altura de modelos equivalentes de origen europeo, pero es muy buena, tanto en encastres cuidados como en plásticos con texturas suaves al tacto.
Un lugar destacado lo ocupan las dos pantallas una de 5.7” en medio del cuadro de instrumentos y la otra de 8” en el tablero. Sobre la segunda hay que destacar que es multitáctil, y casi tan rápida como un Smartphone, pero lo más interesante es el sistema OnStar que llegará a Argentina en breve y se aplicará a varios modelos de la marca. Si bien ya te vamos a hablar más en detalle de sus cualidades, te podemos adelantar que incluye varias soluciones inteligentes como alertar a los servicios de salud si detecta que tuvimos un accidente, o la posibilidad de llamar por teléfono a una central de Chevrolet para pedir que -por ejemplo- te carguen de forma remota en el GPS las coordenadas para llegar a determinado lugar. Volviendo al hotel desde el bello museo Heritage Center de GM tuvimos oportunidad de comprobar la utilidad de esta segunda solución del sistema OnStar. Además cuenta con WiFi 4G LTE cuyo funcionamiento fue tan bueno como rápido en los 4 celulares conectados simultáneamente dentro del auto.
Finalmente, el nuevo Chevrolet Malibu incluye el sistema Teen Driver que se encarga de monitorear y controlar a los conductores adolescentes, permitiendo, por ejemplo, predeterminar una velocidad máxima, saber la distancia recorrida y el número de advertencias de exceso de velocidad predeterminada, así como los momentos en los que se activaron el control de estabilidad y el ABS.
Comportamiento dinámico
Manejar un auto por las calles y autopistas de EE.UU. significa desplazarse a velocidades bajas, en este caso mucho más ya que nos recibió una incipiente nevada que hizo de cada calle una pista de patinaje sobre cuatro ruedas.
Lo primero que notamos es que con nieve en el asfalto, cualquier cosa que no sea acariciar el acelerador provoca un resbalado de las ruedas delanteras y la inmediata entrada en acción de todos los controles y asistentes del auto. Lo segundo que notamos es el buen trabajo de la caja automática de 8 cambios, muy despojada del típico resbalado del convertidor de par y suave en el paso de cambios. Aunque el clima no nos dejó exigirlo, el 2.0L Turbo por su parte se sintió siempre dispuesto a empujar.
Una cosa que nos llamó la atención del nuevo Chevrolet Malibu es que las suspensiones se sienten confortables, pero prescinden del clásico calibrado extra-blando propio de los autos del gran país del norte, es decir, se siente mejor plantado especialmente cuando la nueve se lavó y salimos a una autopista.
Conclusiones
Es muy apresurado decir que el nuevo Chevrolet Malibu es un gran auto, pero podemos decir que si llegara a nuestro país tendrá el nivel de calidad y tecnología necesarios para competir en su segmento. Se nota que EE.UU. ha elevado su vara, inclusive para marcas como la del moño que siempre se enfoca en mantener el precio final acotado. ¿Llegaremos a verlo en Argentina? Eso se irá aclarando durante el año, ¿a vos te gustaría que llegue las concesionarias del país?