El Dakar, el resumen perfecto entre las carreras de resistencia y el rally. Una competencia donde podés ver de todo, desde un príncipe árabe engrasado hasta el cuello luchando contra su propio sudor y herramientas hasta un buggy eléctrico que corre silenciosamente, anunciando su paso solamente con el crujir de las piedras que sus ruedas despegan del camino.
Todo esto se suma a las miles y miles de personas que participan del Dakar, sea desde el rol de espectadores como personal de los distintos campamentos, asistiendo a sus pilotos en las más diversas (y a veces improvisadas) tareas.
Gracias a Peugeot y Total, pudimos vivir muy de cerca la aventura del Dakar en su paso de regreso por la provincia de Salta. Primero asistimos al centro de convenciones de la capital salteña durante el día de descanso, donde pudimos ver el frenesí de todos los equipos: motitos diminutas con personal yendo de aquí para allá, carpas tipo iglú al costado de los colosales camiones de apoyo y el constante sonido de las diversas herramientas de cada uno de los equipos. Es como si te fueras de vacaciones al camping de mecánicos más grande del mundo, así de entretenido como se lee.
Pero todos sabemos que lo mejor del Dakar se vive en movimiento. Por eso, al otro día nos movilizamos bien temprano a bordo de una decena de flamantes Peugeot 2008 hasta las cercanías de Cachi, para ver el paso de los autos, motos, cuatris y camiones. Ver y sentir a los vehículos pasar bien de cerca (en un contexto seguro) es una de las experiencias más lindas de esta competencia, algo que hicieron miles de personas que esperaban en las esquinas de las ciudades durante los enlaces. En la galería de imágenes relacionada a esta nota vas a poder ver las fotos que tomamos durante nuestra estadía en Salta, y a continuación un resumen de cómo terminó la competencia.
Autos:
El francés Stéphane Peterhansel sumó su 12° éxito en el Dakar tras ganar la edición 2016 que se realizó en la Argentina y Bolivia. Su triunfo significó también el regreso de Peugeot a la victoria tras regresar a la mítica competencia el año pasado. Peterhansel tomó el liderazgo de la competencia tras aprovechar los inconvenientes de sus compañeros, su compatriota Sébastien Loeb y el español Carlos Sainz.
Monsieur Dakar, como se lo conocen, se colocó al frente de la prueba en la décima etapa con una hora de ventaja sobre el qatarí Nasser Al-Attiyah (MINI) y manejó esa diferencia para llegar a la meta sin contratiempos. Las primeras cinco posiciones las completaron el sudafricano Giniel De Villiers (Toyota), el finlandés Mikko Hirvonen (MINI) y el sudafricano Leeroy Poulter (Toyota).
El mejor argentino ubicado fue el mendocino Orly Terranova (MINI), quien llegó en el 12° lugar a más de cinco horas del ganador. El cuyano se retrasó por problemas mecánicos en dos oportunidades, obligándolo a recuperar terreno en las etapas finales.
Motos:
La clase motos del Dakar tiene un nuevo rey: el australiano Toby Price (KTM), quien festejó en la edición 2016 e inscribió así su nombre en una categoría que en la última década habían dominado el francés Cyril Despres y el español Marc Coma.
Price manejó el ritmo para alcanzar la gloria y para convertirse en el principal referente de la nueva generación de motociclistas provenientes del enduro que han llegado a la carrera en este último tiempo. “Ganar en mi segunda participación es todo un récord, pero también es increíble ser el primer australiano que gana el Dakar”, afirmó Price.
Las primeras posiciones las completaron el eslovaco Stefan Svitko (KTM), el chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna), el argentino Kevin Benavides (Honda) y el portugués Helder Rodrigues (Yamaha).
Benavides tuvo un gran desempeño en su primera Dakar, que incluyó el triunfo en una etapa y el segundo lugar en la general de manera parcial. Con el cuarto puesto se consagró como el mejor debutante en su categoría y el mejor exponente de la marca Honda.
Cuatriciclos:
En su regreso al Dakar, los hermanos Patronelli dejaron su sello en la clase cuatriciclos con su tercer doblete. La victoria quedó para Marcos, quien así sumó su tercera victoria tras las conseguidas en 2010 y 2013. Mientras que Alejandro, ganador en 2011 y 2012, fue su escolta en su retorno a la competencia tras cuatro años de inactividad.
La figura de los hermanos de Las Flores comenzó a crecer sobre el final de la primera semana cuando la dureza de la carrera se deshizo del polaco Rafal Sonik (Yamaha), quien desertó por un problema mecánico; y el chileno Ignacio Casale (Yamaha), quien se fracturó en una caída en Uyuni (Bolivia).
El Top 5 lo completaron el ruso Sergei Karyakin (Yamaha), el sudafricano Brian Baragwanath (Yamaha) y el argentino Jeremías González Ferioli (Yamaha).
Camiones:
El holandés Gerard De Rooy (Iveco) logró su segundo triunfo en la clase camiones del Dakar tras imponerse de manera contundente en la edición 2016. Con este éxito rompió la hegemonía de Kamaz, que había festejado en las últimas tres ediciones de manera consecutiva.
De Rooy, que ganó la competencia en 2012, se impuso con más de una hora de ventaja sobre el ruso Airtat Mardeev (Kamaz). El último escalón del podio fue para el argentino Federico Villagra (Iveco), quien tuvo un gran debut en la especialidad. El Coyote, múltiple campeón argentino del Rally Argentino, corrió con un camión del equipo de De Rooy y demostró una gran adaptación pese a su poca experiencia sobre este este tipo de vehículo. Incluso llegó a puntear la general en una etapa.