Ante la llegada de la Ford Kuga a México (denominada allí como Escape) gracias a la presencia de Autocosmos en ese país, tuvimos la oportunidad de un primer contacto en las rutas del sureste azteca, específicamente en el trazado que conecta a Mérida con Playa del Carmen.
Exterior
Para empezar, es importante mencionar que estamos frente al facelift de la segunda generación que hizo su aparición en 2012. Como parte de este lavado de cara la imagen exterior sufrió importantes actualizaciones que la hacen ver más moderna y atractiva que su antecesora. Ejemplo de ello es el rediseño de los faros, la parrilla, las ópticas traseras, (de LED para las versiones Titanium) así como de las llantas de 19". Todo ello en conjunto hace que la imagen de la nueva Kuga sea muy parecida a la Edge, una SUV grande que se comercializa en los mercados del norte pero no en Argentina.
Al tratarse de una renovación de medio ciclo de vida, las dimensiones de esta SUV mantienen un largo de 4.524 mm, un ancho de 1.839 mm y un alto 1.684 mm. Asimismo, el peso de la nueva Kuga ronda los mismos 1.600 Kg que su predecesora.
Interior
Otro de los cambios que sufrió esta SUV lo podemos encontrar en el interior. Ahora, volante, tablero y paneles de las puertas fueron renovados, tanto en el diseño como en la calidad de los plásticos. Como buen Ford, la consola central presenta una imagen radical que si bien luce bastante atractiva, el paso de los años le caerán más rápido que si tuviera trazos más sobrios.
Durante este primer acercamiento también nos pudimos percatar de que existen ciertos elementos que carecen de ergonomía como las perillas de las salidas aire centrales y el controles del aire acondicionado. Mientras que para el primero hay que estirar el brazo para alcanzarlos, en el segundo existe un espacio muy limitado cuando la palanca de cambios está en Parking. Lo que si se agradece es que los plásticos que quedan a la vista tienen una mejor apariencia y sensibilidad la tacto en comparación con su predecesora.
Equipamiento
Aunque no es de serie, las versiones superiores cuentan con techo panorámico, el display de 4,2" en el cuadro de instrumentos y la interfaz SYNC3 que aglomera el sistema de audio Sony, el aire acondicionado, el navegador, CarPlay y Android Auto desde la pantalla táctil de 8". Un punto más a destacar es que ahora de serie equipa freno de mano electrónico y dos entradas USB con capacidad de carga más rápida.
Comportamiento dinamico
Dependiendo de las necesidades de potencia, (y obviamente, presupuesto) la renovada Ford Kuga puede ofrecer un motor de 2.5 litros de 168 CV; sin embargo; al utilizar el 2.0 litros turbo con cerca de 250 CV se sobrepasa por mucho a cualquiera de sus rivales directos, lo que tiene como se consecuencia que se convierta como el modelo más fuerte entre los SUVs medianos.
Independientemente del motor que porte la Kuga, algo que podemos destacar al volante es la gran maniobrabilidad, el confort de marcha y la suavidad de la caja de seis cambios. Lo anterior sumado con una gran visibilidad hacia el frente y una posición de manejo agradable hace que la conducción sea similar al de un hatchback, aunque posee un centro de gravedad mucho más elevado. Un atributo más que encontramos en esta SUV es la insonorización en la cabina lo que permite un manejo más placentero.
Durante este primer contacto -que constó con cerca de 300 kilómetros- obtuvimos un consumo de combustible que rondó los 9.5 L/100km, esto quiere decir que la autonomía del tanque de nafta del versión EcoBoost supera los 550 kilómetros.
Como es costumbre en Autocosmos, en unas semanas tendremos una prueba de manejo donde podremos desmenuzar con mayor tiempo cada unas de las cualidades y defectos de la nueva Ford Kuga.