La marca francesa reconoció que están analizando de manera seria retornar al Campeonato Mundial de Resistencia (WEC, por sus siglas en inglés), y con ello, a las míticas 24 Horas de Le Mans, según consigna la revista Autocar en charla con Jean-Philippe Imparato, presidente ejecutivo de la marca.
Peugeot se consagró en la máxima prueba de resistencia del mundo tres veces, y ahora se habrían autoimpuesto tres condiciones claves para un retorno: que la marca obtenga beneficios, que haya ganado el Dakar y que los costos del WEC se reduzcan drásticamente.
Los dos primeros puntos ya están cumplidos, por lo que sólo falta que las autoridades del WEC acuerden una reducción de alrededor de los 200 millones de euros anuales, lo que en principio no está muy lejos de ocurrir, si se limita el desarrollo aerodinámico de los autos.
Tras el abandono de Audi de la competencia, sólo compiten hoy Porsche y Toyota (con Pechito López) en el LMP1, la máxima categoría del WEC. Por eso se entienden las ganas de ver un sucesor del Peugeot 908 HDI FAP corriendo nuevamente por Le Mans.