El domingo 29 de junio de 1997 quedará en la memoria y corazón de Norberto Fontana. Ese día el Gigante hizo su debut en la Fórmula 1 con un Sauber-Ferrari en el Gran Premio de Francia corrido en Magny-Cours. Fue abandono para el arrecifeño, pero nadie le quita lo bailado.
En esa temporada Fontana corría en la Fórmula Nippon y seguía ligado a la escuadra suiza en la Máxima. Su convocatoria en el GP galo fue para reemplazar a Gianni Morbidelli, quien tuvo un accidente en un ensayo previo en el mismo trazado francés, sufriendo la fractura del antebrazo izquierdo. Otro choque del italiano en la clasificación del GP de Japón, le permitió nuevamente a Norberto correr a fin de temporada con el monoposto número 17.
En Francia resultó 18° y 19° en los entrenamientos y clasificó en la 20° posición. Hizo una carrera lógica hasta que desertó por un despiste en la 40° vuelta, de 72 en disputa. Al momento de su abandono marchaba 16°. En su giro más rápido en carrera, el 35°, marcó 1m19s849 y superó por 996/1000 a su compañero de equipo, el inglés Johnny Herbert, quien ya tenía ocho temporadas en la especialidad.
La prueba fue ganada por el alemán Michael Schumacher, en su segundo año en Ferrari y el primero donde peleó por la corona con la Scuderia. El podio lo completaron su compatriota Heinz-Harald Frentzen, con un Willams-Renault, y el irlandés Eddie Irvine, con el otro auto de La Rossa.
Hace unos años, Fontana recordó ese fin de semana especial con algunas anécdotas en su cuenta de Twitter (@nfontana1). “Me hospedaba en un hotel al lado del circuito. Telefé dio el número de fax del hotel para que la gente en Argentina me escribiera. Fueron tantos los que me escribieron, que se gastaron dos rollos de papel de fax y la línea no paraba”, contó el arrecifeño, que fue acompañado por su padre y otros coterráneos.
“El domingo al mediodía estaba almorzando en el motorhome del team con los nervios lógicos de mi debut. Lo veo pasar al Nene García Veiga. Me miró y le hice señas para que entrara a comer conmigo. Se acercó y me dijo ‘el F-1 ese cuando lo acelerás, sale como gato que le pisan la cola’. Me hizo reír y distender. Estaba a nada de mi debut”.
Luego de la carrera francesa, hubo otras tres competencias del Gigante en la Máxima, todas en ese ejercicio. Gran Bretaña (terminó 9°), Alemania (9°) y el GP de Europa (14°), que cerró el calendario en Jerez de la Frontera, España, tuvieron la presencia argentina con Fontana.
Que 20 años no son nada. El tiempo pasó y por falta de dinero el arrecifeño no pudo plasmar otra chance en la F1, ya que en 1998, el brasileño Ricardo Rosset y su mejor presupuesto le birló una de las butacas de Tyrrell para esa temporada.
De haber cristalizado otra oportunidad y en un calendario completo, Norberto Fontana, considerando su talento y experiencia internacional, podría haberse insertado en la Máxima con creces. Era en ese entonces la gran esperanza argentina. Pero la plata, muchas veces, define el acceso de los pilotos en la F1.
Fuente: CORSA
